Chile condena acción de Israel de prohibir agencia de la ONU en su territorio: refugiados palestinos quedarían sin ayuda

Palestinian refugees at al Jalazone refugee camp
Escuela Palestina usada por la UNRWA. Foto: REUTERS/Mohammed Torokman

Desde el gobierno señalaron que el Estado de Israel "tiene la obligación de garantizar y proteger la labor de todo el personal humanitario”.


El parlamento israelí (Knéset) aprobó una legislación que impediría a la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA) operar en territorios controlados por Israel, ante esto el gobierno de Chile, a través de Cancillería, condenó la decisión que privaría a refugiados palestinos de acceder a ayuda humanitaria.

La decisión israelí alarmó a las Naciones Unidas y a algunos de los aliados occidentales de Israel, que temen que empeore aún más la grave situación humanitaria en Gaza, donde Israel lleva un año luchando contra militantes del Movimiento de Resistencia Islámica.

La decisión del Parlamento israelí podría privar a millones de palestinos, especialmente mujeres, niños y niñas en Cisjordania, Gaza y Jerusalén Oriental, de acceder a la necesaria ayuda humanitaria”, indicaron en el comunicado desde la Cancillería de Chile.

Además, reiteraron que ven con “alarmante preocupación” que las acciones de las autoridades israelíes trasgreden el Derecho Internacional Humanitario y las medidas provisionales ordenadas por la Corte Internacional de Justicia. “El Estado de Israel, al igual que todas las partes en el conflicto, tiene la obligación de garantizar y proteger la labor de todo el personal humanitario”.

Desde el gobierno agregaron que “junto con un cese al fuego inmediato, es absolutamente necesario proteger y garantizar el trabajo de UNRWA, que tiene un mandato de las Naciones Unidas para llevar a cabo esta misión fundamental”.

Por su parte desde la ONU, el comisionado general de la UNRWA, Philippe Lazzarini, dijo que la votación en el Parlamento israelí no se había dado nunca y “sienta un precedente peligroso”. La prohibición de la organización de la ONU, asegura, es “el último paso en una campaña en curso para desacreditar” a la organización y “deslegitimar su papel” en la prestación de asistencia y servicios.

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