Cinco curvas para entender una pandemia

Valdivia
Personas transitan con mascarilla en la costanera del río Pedro de Valdivia, en la capital de la Región de Los Ríos.

La evolución de algunos indicadores ayuda a comprender el momento en que está situado el país. Varios vienen a la baja hace semanas, aun cuando se mantienen todavía elevados para apuntar a medidas de desconfinamiento.


Son indicadores que han estado desde los primeros días de la pandemia del coronavirus. La cantidad de casos diarios, su evolución por región, el número de fallecidos reportados, el porcentaje diario de exámenes que dan positivo y la cifra de pacientes en las unidades de cuidados intensivos permiten, por lo tanto, vislumbrar el estado del Covid-19 en Chile, en momentos donde tanto el Ministerio de Salud como diversos expertos parecen coincidir en que se ha producido una “leve mejoría” de la situación.

¿En qué se traduce en concreto esto? Al analizar los índices, se aprecian distintas realidades y velocidades. Sin embargo, incluso aquellas cifras que han mejorado en los últimos días siguen estando en niveles elevados; es decir, más cercanas a los números que se veían a mediados de mayo -cuando ya se hablaba de un fuerte brote- que a marzo o abril, momentos en que los distintos indicadores se mantuvieron más bajos.

Hay dos de ellos que han ido en esta vuelta bastante de la mano: la cantidad de casos diarios y el índice de positividad. Para los dos, sus peaks se dieron a mitad de junio, y desde entonces han bajado a menos de la mitad en sus cifras diarias. Esto es importante, porque también podrían ir desacoplados: por ejemplo, que hubiera menos casos, pero que a la vez la cifra de positividad fuera al alza, lo que indicaría que se están haciendo menos tests y que ese es el motivo de la disminución.

En casos, durante esta semana se llegó a los dos mil en un día, la menor cifra en casi dos meses, y ayer viernes se registró la menor positividad desde el 18 de mayo (17,25%). En cualquier caso, hay consenso de que los dos valores siguen muy elevados pensando en estrategias de desconfinamiento: por ejemplo, hay acuerdo en que la positividad debe estar bajo el 10%, e idealmente ser menor al 5%, para considerar este paso.

Tendencias leves

Si la baja ha sido importante en estos dos valores, no ha ocurrido lo mismo con las hospitalizaciones en la UCI. Recién este jueves la cantidad de pacientes bajó de los dos mil, cifra sobre la cual se había mantenido este indicador desde el pasado 22 de junio. Así, si bien hay una disminución, porcentualmente esta es mucho menor. Y esto es relevante, dado que un elemento clave para una eventual reapertura es tener cierto grado de holgura en estas instalaciones.

En el caso de los fallecidos, también el promedio móvil de los últimos siete días ha disminuido durante la última semana. Este indicador, quizás, es el más difícil de comparar, debido a los múltiples cambios que ha sufrido: por eso, se opta por tomar la evolución de los reportes diarios desde el 8 de junio -día en que se cambió la metodología-, y se toma el promedio de una semana para evitar las distorsiones diarias que produce el reporte del Registro Civil, que es más lento en los días que corresponden a los fines de semana.

Por último, hay una cifra que muestra tanto optimismo como preocupación. Desde hace ya un par de semanas, Santiago no es la región que tiene diariamente mayor cantidad de casos por habitante, como sí lo fue durante el epicentro de su brote en mayo y junio, en que incluso la cantidad de positivos llegó a representar el 90% de los casos diarios del país. De hecho, el miércoles de esta semana la capital bajó de los mil casos diarios por primera vez en un día desde el 11 de mayo pasado.

Y si bien eso es una señal para la RM, preocupa que otras regiones siguen aumentando o bien en mesetas altas, como el caso de O’Higgins, Antofagasta y Arica, los que pueden ser los próximos frentes de atención en el combate contra el Sars-CoV-2.

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