Condenan por cuasidelito de homicidio al dueño del zoológico de Rancagua por caso de trabajadora que murió atacada por un tigre
También fue condenado el hijo del propietario del parque, que se desempeñaba como gerente operacional del lugar. Lectura de sentencia quedó fijada para el 30 de noviembre.
La mañana del 6 de agosto de 2021, a las 08.30 horas, Catalina Torres Ibarra fue atacada por un tigre en momentos en que realizaba labores de aseo y mantención en una jaula del Parque Safari de Rancagua. La trabajadora murió por las heridas. Tenía 21 años de edad.
A tres años del hecho, en un juicio simplificado, se condenó por cuasidelito de homicidio al dueño del parque, Iván Sánchez Lobos, y a su hijo Pablo Sánchez Reyes, que se desempeñaba como gerente de operaciones del lugar.
Veterinaria fue absuelta
Asimismo, fue absuelta una veterinaria acusada por su presunta responsabilidad en el fatal ataque del animal. El Juzgado de Garantía de Rancagua acogió los argumentos del defensor penal público Alexis Pedraza, y desestimó los cargos que le atribuyó el Ministerio Público a la joven profesional.
“El veredicto fue absolutorio para nuestra representada, en base a que no se pudo determinar o no se acreditó en una posición de garante referente de la seguridad de los trabajadores. Se habla de que la participación de ella no incide en el resultado fatal del fallecimiento, puesto que las medidas preventivas o de seguridad correspondían al empleador o a las jefaturas directas”, explicó el abogado.
La lectura de sentencia quedó fijada para el 30 de noviembre.
Fiscal dice que marca “un precedente”
El fiscal adjunto de Rancagua, Maximiliano Mariángel, señaló que “lo destacable del veredicto es que se indicó que efectivamente estas personas efectuaban una labor que generaba riesgo y al obtener ganancias, al obtener beneficio económico de una actividad que generaba riesgo, tenían la obligación de implementar protocolos de cuidado, en definitiva protocolos de seguridad para que los trabajadores estuvieran resguardados en sus labores, conocieran los riesgos a los que se enfrentaban día a día y eso en la práctica no ocurría en el parque Safari”.
“No es posible que un trabajador que va a ejercer su labor todo el día no vuelva a su casa precisamente por culpa o por responsabilidad de su empleador”, enfatizó el persecutor.
Mariángel sostuvo que esta decisión “marca un precedente porque en general la jurisprudencia por cuasi delitos de homicidio relacionadas con accidentes del trabajo en materia laboral es muy poca, porque generalmente esto termina en la vía civil o en materia laboral”.
Según el ente persecutor, la víctima ingresó por orden de su jefatura, a limpiar la jaula de los felinos sin ser advertida de que el tigre de bengala estaba suelto, animal que la atacó y le provocó la muerte.
En la audiencia de lectura del veredicto del juicio oral simplificado, la magistrada Paz Reyes Moreno estableció más allá de toda duda razonable que padre e hijo “permitieron el funcionamiento del parque y desarrollo de actividades de sus trabajadores en un marco de seguridad insuficiente respecto de los riesgos previsibles, de modo que su actuar imprudente resultó concomitante para la producción de la muerte de la víctima, haciéndolos a ambos responsables como autores de cuasidelito de homicidio en la persona de la víctima”.
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