Corte rechaza traslado de Lula y envía señal a Moro

Tan sorpresivo como el anuncio efectuado a primera hora del día sobre el traslado de Lula a una cárcel común en Sao Paulo fue el fallo que horas después emitió el Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil , que suspendió la medida que había ordenado hoy una jueza de primera instancia.

Por 10 votos contra uno, el STF decidió mantener al líder histórico de la izquierda brasileña en la sala reservada de la sede policial de Curitiba, donde se encuentra preso por corrupción desde abril de 2018, hasta que el máximo tribunal analice si el exjuez y actual ministro de Justicia, Sérgio Moro, fue parcial al condenarlo por corrupción.

La jueza del 12° Tribunal Federal de Curitiba, Carolina Lebbos, había ordenado por la mañana el traslado, atendiendo un pedido de la Policía Federal que alega diversos trastornos ocasionados por la custodia de Lula debido a la aglomeración de sus partidarios y adversarios en los alrededores de su lugar de reclusión y a las numerosas visitas de personalidades brasileñas y extranjeras que recibe.

Según Lebbos, la eventual transferencia de Lula a la Penitenciaria II de Tremembé, a unos 150 km de la capital de Sao Paulo, buscaba "reducir los costos humanos y financieros inherentes a la custodia, además de proporcionarle mejores condiciones de resocialización" al exmandatario de 73 años, trasladándolo a "un establecimiento efectivamente volcado a la ejecución penal, cerca de su medio social y familiar".

Pero los abogados de Lula enviaron un pedido urgente para que el STF suspendiera la operación, alegando que si las autoridades no podían custodiarlo donde se encuentra, deberían concederle la "libertad plena" y no "colocarlo en una situación de mayor vulnerabilidad jurídica y personal".

Después de recibir en el STF a parlamentarios de la oposición que criticaban el posible traslado del exmandatario, el presidente de la corte, el ministro Dias Toffoli, decidió someter, en carácter de urgente, el recurso de Lula ante el plenario del máximo tribunal.

Por mayoría, los jueces decidieron mantener al petista en la cárcel de la Policía Federal en Curitiba hasta que la Segunda Sala del tribunal concluya el examen de un pedido de suspensión de Moro, en el juicio por el caso del tríplex de Guarujá. Lula cumple una condena de 8 años y 10 meses de prisión, como supuesto beneficiario de un departamento en el litoral paulista puesto a su disposición por una de las constructoras involucradas en el escándalo de sobornos de Petrobras.

El juicio por la suspensión de Moro fue pospuesto en junio a raíz de una solicitud de vista (más tiempo para examinar el caso) del ministro Gilmar Mendes y no tiene fecha establecida para ser reanudado.

La teoría de la conspiración contra la izquierda ha ganado fuerza desde junio, cuando el portal de periodismo de investigación The Intercept Brasil inició una serie de publicaciones basadas en supuestas conversaciones privadas entre Moro y los fiscales del caso Lava Jato, que sugieren cierta intimidad entre las dos partes, apunta la agencia France Presse.

"No tenemos dudas de que lo que le está sucediendo al Presidente Lula es el resultado de la acción del ahora ministro de Justicia, Sérgio Moro, quien ha actuado de manera militante y política para juzgar, condenar y mandar a arrestar al expresidente", acusó la titular del PT, la diputada Gleisi Hoffmann.