Daniel Johnson, director ejecutivo de Paz Ciudadana: "El actuar policial necesita legitimidad"

La baja credibilidad de Carabineros y la desconfianza en la policía son un tema que para el director ejecutivo de la Fundación Paz Ciudadana, Daniel Johnson, debe ser solucionado pronto y con dos claves: diálogo e Inteligencia.

¿Por qué el erradicar la delincuencia ya no está dentro de las tres primeras prioridades de la gente, según la encuesta?

Hay que hacer una diferenciación. La encuesta saca una foto del momento en particular, es decir, en diciembre, en plenas manifestaciones. La encuesta hace la pregunta de las prioridades que el gobierno debiera hacerse cargo, por lo tanto, la respuesta también puede estar influida por eso: si yo estoy viendo que se manifiestan por pensiones o salud, yo priorizo los problemas que afectan a la ciudadanía, no es solo que las familias se sientan afectadas por el problema, sino que es lo que el gobierno debiera hacerse cargo.

El apoyo a Carabineros sigue a la baja. ¿A qué cree que se debe?

El actuar policial necesita legitimidad por parte de la ciudadanía , si no, no pueden hacer su acción natural. Hay que buscar las herramientas para revertir esta situación.

¿Cómo se revierte en plenas manifestaciones?

Primero, apegado a la legalidad. Después, tratar de evitar llegar a la condición más violenta, y esto es difícil de implementar cuando se intenta imponer el diálogo en plena acción de encapuchados o circunstancias violentas. El diálogo tiene que darse cuando la manifestación es pacífica para lograr llegar a un consenso y separar a las personas violentas. Lo otro fundamental es la Inteligencia: tenemos que buscar las herramientas para adelantarse a los hechos e identificar a las personas que delinquen lo más rápido posible y sacarlas de circulación.

Las respuestas a la encuesta revelan un alto rechazo a las técnicas de disuasión de Carabineros...

La señal que da la ciudadanía es que esas medidas siempre tienen que ser la última opción. No significa que el uso de la fuerza sea ilegítimo, pero tiene que definirse como una medida extrema.