Davor Harasic, abogado defensor del ministro Hugo Dolmestch: "Si prima la cordura y el derecho, esta acusación debería declararse inadmisible"

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El exdecano de Derecho de la Universidad de Chile está abocado a la defensa del ministro cuestionado por otorgar libertades a reos de Punta Peuco.

El jurista, quien representa al juez de la Corte Suprema, ante la comisión de la Cámara de Diputados que tramita la acusación constitucional presentada contra tres magistrados del máximo tribunal, advierte que, de aprobarse esta imputación, se pone en riesgo el estado de derecho, pues significaría "el fin de la democracia".


"Yo no habría fallado como mi representado, pero, ¿significa eso un notable abandono de deberes?". Con esta intervención, el abogado y ex decano de Derecho de la Universidad de Chile, Davor Harasic, planteó el viernes ante la comisión de la Cámara de Diputados uno de los fundamentos de su defensa en representación del ministro de la Corte Suprema, Hugo Dolmestch, quien junto a sus pares Manuel Valderrama y Carlos Künsemüller fueron acusados constitucionalmente por un grupo de parlamentarios de oposición, luego de otorgar siete libertades condicionales a reos de Punta Peuco.

¿Le pareció una comisión objetiva?

No tengo antecedentes para afirmar lo uno o lo otro. La labor de la comisión es muy importante, pues ella informa a la Sala y, dada la trascendencia del tema, espero que lo haga con gran objetividad. La situación me parece tan obvia que es difícil esperar algo distinto a una inadmisibilidad de la acusación; ahora bien, los argumentos de la inadmisibilidad se aplican igualmente a la cuestión de fondo.

¿Por qué era importante plantear en esta instancia la cuestión previa y no esperar a hacerlo en Sala?

Porque la improcedencia de la acusación es obvia y en la historia de Chile jamás el Parlamento ha entrado a examinar el mérito de una sentencia. Y no puede hacerlo, sin vulnerar gravemente la Constitución, que le prohíbe hacerlo. Si el Parlamento lo hace y entra a pronunciarse sobre el mérito de resoluciones, la justicia quedaría en manos de mayorías parlamentarias y se acabaría el estado de derecho; es decir, sería el fin de la democracia.

¿Le parece contraproducente que parlamentarios presenten esta acusación por notable abandono de deberes?

Me parece contraproducente e irresponsable. Pero, más allá de ello, espero que esto se convierta en una situación virtuosa y que, los legisladores asuman su rol y legislen sobre la materia. He dejado en poder de la comisión una lista de 10 proyectos de ley que se han presentado a partir del año 2016, y a lo menos dos de ellos dejarían esta materia como absolutamente incontrovertida.

¿Le parece que podría ser justa la acusación constitucional?

Me parece injusta e irresponsable, no solo por los argumentos jurídicos, la trayectoria de los ministros acusados y lo que la Segunda Sala de la Corte Suprema ha hecho por la materia. No se puede desconocer que, en una época importante de la historia de la Corte Suprema, sobre todo durante la dictadura, renunció a su rol; pero, a partir de los 90 han ido asumiendo un rol y Chile exhibe el mayor número de sentencias de condenas por violaciones de derechos humanos a nivel mundial. El aporte de la defensa de los derechos humanos de la Segunda Sala es innegable.

¿Esta acusación podría afectar el estado de derecho?

La sola acusación no lo afecta. Lo que lo afectaría, y muy gravemente, sería su aprobación. Esa aprobación sí generaría un grave quiebre institucional y, en tal sentido, no entiendo cómo el presidente de la comisión no ha entendido la reacción negativa que la acusación ha generado; en la audiencia (del viernes) llegó incluso a hablar de que esto implica el verdadero uso de fuerza contra el Parlamento. La opinión pública ha reaccionado masivamente en contra de la acusación porque es aberrante, y si nunca antes había habido una reacción tan fuerte frente a una acusación constitucional, es porque nunca se ha presentado una tan equivocada y grave contra personas que han trabajado en pro de los derechos humanos a través de sus fallos.

¿Qué lecciones debe dejar este episodio?

Que cuando hablemos de derechos humanos en Chile, no miremos al otro, sino empecemos con una introspección, preguntándonos, cada uno de nosotros, ¿qué he hecho yo por los derechos humanos?, ¿qué más puedo hacer? Y, además, debiéramos interiorizarnos más sobre el contenido de los fallos sobre la materia, para confiar como el sistema de justicia ha reaccionado en pro del tema.

¿Qué piensa el ministro Dolmestch al respecto?

El ministro Dolmestch está confiado y dolido. Confiado, porque cree que la institucionalidad funcionará correctamente. Y dolido, porque esta acusación lo ha puesto en la palestra en forma absolutamente injusta. El ministro Dolmestch habla a través de sus fallos, como todos los jueces. Con un mínimo de responsabilidad habría que empezar mirando lo que hizo desde operación Albania en adelante y al país solo le quedaría reconocer el importante aporte que ha hecho él en el tema histórico de los derechos humanos.

¿Confía en que la comisión desista de esta acusación?

Confío en que si prima la cordura y el derecho, esta acusación deberá declararse inadmisible.

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