Dictan cadena perpetua para dos extranjeros acusados de cinco homicidios por disputa territorial en Calama
De acuerdo a la Fiscalía, los crímenes se gestaron por altercados por distintos lugares para la venta de drogas en el período de la pandemia por Covid-19. Un tercer sujeto fue condenado a 17 años de prisión.
El Tribunal Oral en lo Penal de Calama condenó a la pena de presidio perpetuo calificado a dos ciudadanos colombianos que cometieron cinco homicidios, en distintos grados de consumación en la ciudad de Calama, en la Región de Antofagasta, por la disputa territorial para la venta de drogas.
La condena se aplicará a Jhon Hurtado Torres y Jhon Alomia Hurtado, quienes el año 2020 cometieron dos delitos de homicidio en grado de consumado y otros tres en calidad de frustrados. De acuerdo a la información del ente persecutor, estos crímenes ocurrieron entre el 7 y 8 de mayo de ese año, cuando en el exterior de un domicilio en calle Collahuasi, los imputados comenzaron a disparar en al menos cinco ocasiones contra tres víctimas, una de las cuales falleció, mientras que las otras dos resultaron con distintas heridas.
El otro homicidio, se cometió el 22 de ese mes, cuando las mismas personas -acompañadas de una tercero, también condenado- llegaron hasta la calle Pedro de Valdivia de la nortina ciudad, abriendo fuego contra un grupo de personas, dejando una víctima fatal y otras dos con lesiones.
Ese tercero que participó de estos delitos es Michael Viveros Gamboa, también de nacionalidad colombiana, a quien se le condenó a una pena de 17 años de presidio por un delito de homicidio consumado y otro de homicidio frustrado.
El fiscal jefe de Calama, Cristian Aliaga, quien lideró la investigación por estos hechos que conmocionaron a la ciudad, aseguró que “los hechos de sangre investigados estaban relacionados a disputas territoriales vinculadas con la venta de droga y bajo ese escenario los acusados ejecutaron los mismos, no solo con el ánimo de matar, sino que para apropiarse del territorio para su negocio ilegal”.
“Estos homicidios se generan en plena pandemia, cuando teníamos una situación de fronteras cerradas y escasez de droga, lo que acrecentó la violencia y el uso de armas de fuego en la comisión de delitos”.
Cabe destacar que los criminales fueron detenidos en julio de 2020, en la ciudad de Mejillones hasta donde llegaron huyendo de la acción de la justicia. Desde el 11 de julio se mantenían en prisión preventiva, por lo que 1.019 días serán abonados al tiempo de su condena.
La sentencia también estipula que, una vez cumplida la pena, deberá comunicarse al Servicio Nacional de Migraciones y se deberá incluir su huella genética en el Registro de Condenados, previa toma de muestra biológica por parte de Gendarmería de Chile.
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