Escasez de ministros en la Corte Suprema: Cuarta Sala no pudo sesionar por falta de jueces para integrarla
Una de las cuatro salas del máximo tribunal, la instancia dedicada a causas laborales, no funcionó durante este viernes. La enfermedad de otro magistrado obligó a hacer un movimiento de último minuto que provocó que no hubieran magistrados suficientes.
La mañana de este viernes estuvo marcada por un aviso de último minuto en la Corte Suprema. El máximo tribunal informó que la Cuarta Sala quedaría sin funcionamiento. “Se informa a los señores abogados, procuradores y público en general, que el día viernes 27 de septiembre del presente, la Cuarta Sala de la Corte Suprema no funcionará”, se lee en el aviso firmado por el prosecretario Marcelo Döering.
Para este viernes, estaba pronosticado que la Cuarta Sala estuviera integrada por las ministras Andrea Muñoz y María Soledad Melo, el fiscal (S) Jorge Sáez, la abogada integrante Leonor Etcheberry y el abogado integrante Raúl Fuentes.
Sin embargo, el ministro Mauricio Silva, de la Primera Sala, cayó enfermo, por lo tanto, se tuvieron que hacer enroques para suplir ese espacio. Por eso la ministra Melo finalmente integró esa sala dedicada a causas civiles y la Cuarta Sala se quedó sin quórum para sesionar. Esto debido a que la Suprema exige que cada sala funcione con al menos tres ministros titulares.
Esta no es la primera vez que ocurre esta anomalía durante este año. Antes de que el pleno optara por suspender a la ministra de la Tercera Sala, la jueza Ángela Vivanco, la Cuarta Sala también tuvo problemas para sesionar.
Hubo dos días en que no se cumplió el quórum y no se logró. Una vez la ministra Muñoz tuvo que irse a presidir la Segunda Sala cuando se alegó la competencia -civil o militar- del caso Putre. El segundo día en que no pudo sesionar fue porque la ministra Gloria Ana Chevesich tuvo que salir de su sala titular y trasladarse a la Primera Sala.
Todo esto se da en un contexto de escasez de ministros, lo cual preocupa a los supremos por la obligación de asegurar la continuidad de la administración de justicia. Por eso hace varias semanas que la Suprema, junto con hacer uso de sus abogados integrantes, está echando mano de los ministros suplentes, es decir, magistrados de cortes de apelaciones de Santiago y de otras regiones del país.
Esto en medio de la presión por apurar los nombramientos pendientes. El máximo tribunal tiene cuatro cupos disponibles que aún no se llenan. Se trata de los cupos que dejó la jubilación de los exsupremos Haroldo Brito, Guillermo Silva, Jorge Dahm y la exfiscal judicial Lya Cabello.
El gobierno está intentado revertir esta situación. Por eso empuja que avance la votación en el Senado de las ministras Jéssica González y Mireya López y del juez Jorge Pizarro para ser el sucesor de Cabello en la fiscalía judicial. Sin embargo, hay presiones para congelar estas designaciones, en medio de los cuestionamientos al sistema de nombramientos que se extendieron en el mundo político y judicial luego de las revelaciones ocurridas por la filtración de los chats del abogado Luis Hermosilla en el marco del Caso Audio.
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