Ezzati se margina del Tedeum tras presiones del gobierno y del Vaticano

"Considero prudente no encabezar nuestro tradicional tedeum".

Así, Ricardo Ezzati, cardenal y arzobispo de Santiago, zanjó ayer la situación que mantenía en espera incluso al Presidente de la República, Sebastián Piñera.

Pasado el mediodía de ayer, en medio de la celebración de los 200 años de la Escuela Naval, uno de sus asesores se acercó al Mandatario y se lo contó. En una carta publicada en la página del arzobispado, Ezzati anunció que no será él quien presidirá la tradicional ceremonia. En su lugar lo hará al deán de la Catedral, Juan de la Cruz Suárez.

Piñera desistió referirse en ese momento al tema, pero poco después, en su cuenta de Twitter, sí reaccionó al anuncio. "Valoramos el gesto del arzobispo Ezzati, que si bien doloroso en lo personal, contribuye a la paz de los espíritus en nuestra patria", dijo.

La noticia de que no encabezaría el tedeum no responde a una decisión únicamente del mismo cardenal. La presión hacia Ezzati venía de muchos frentes, incluyendo al gobierno. La semana pasada, Piñera afirmó a medios regionales la gravedad de la situación de la Iglesia. Sus palabras fueron transversalmente valoradas. Posteriormente, La Tercera dio a conocer que el Mandatario estaba evaluando no asistir a la ceremonia si esta era presidida por Ezzati, quien está citado a declarar en calidad de imputado, como presunto encubridor de abusos sexuales, por la fiscalía.

La última señal fue el contacto que estableció esta semana la Cancillería con el Vaticano para transmitir la necesidad de una pronta decisión sobre el futuro del arzobispo, advirtiendo el efecto político de la situación.

"Lo que Ricardo Ezzati ha anunciado es lo que corresponde en las circunstancias en las que están la Iglesia y él. Es lo que debería haber hecho hace un buen rato", así se refirió la senadora DC Ximena Rincón sobre la determinación del cardenal.

La situación del cardenal y que fuera él quien presidiera el tedeum era mirada con preocupación por diversas autoridades políticas.

Mario Desbordes, presidente de Renovación Nacional, manifestó que el arzobispo hizo lo correcto. "Es prudente y razonable que dé un paso al costado en esta ceremonia que es tan importante", dijo.

Aunque tanto políticos del oficialismo como de la oposición valoraron el gesto, el senador UDI Iván Moreira declaró que no era necesario colocar entre la espada y la pared a una autoridad eclesiástica. "La Iglesia no puede actuar por presiones", señaló de manera tajante.

El cardenal y arzobispo Ricardo Ezzati es el único en la historia de Chile que, desde 1925, ha sido llamado a declarar como imputado. Marcial Sánchez, doctor en historia y experto en temas de Iglesia, explica que Ezzati, con su decisión de no presidir la celebración ecuménica del 18 de septiembre, marcará otro hito.

"Es la primera vez en la historia de la Iglesia Católica chilena, desde la separación entre la Iglesia y el Estado, donde un arzobispo de Santiago decide no presidir el tedeum", explicó.

Sánchez comenta que la situación de Ezzati se convirtió en un problema de Estado. "Es una presión del Estado de Chile hacia la Iglesia Católica. Su decisión no necesariamente responde a un gesto propio, sino que responde a una circunstancia general", dijo.

La resolución de Ezzati ocurre apenas dos días después del cierre de la 116 Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal. En la cita, dicen fuentes eclesiásticas, no se habló de manera oficial sobre la situación del cardenal frente al tedeum.

Desde el mundo eclesiástico, Jorge Concha, administrador apostólico de Osorno, calificó la determinación del arzobispo de Santiago como un buen gesto. Respecto de las presiones, explicó: "No sé cuánto repercutirán en él algunas voces que se han escuchado. Hay que tener en cuenta que él sabe muy bien y conoce bastante el ambiente. Él es muy autónomo para tomar las decisiones".

Otro de los principales actores que han criticado duramente al arzobispo de Santiago han sido los laicos. La decisión de dar un paso al costado de Ezzati ha sido tomada por estos como una medida prudente y necesaria, pero no como una señal. Así mismo lo calificó Juan Carlos Cruz, denunciante de Karadima y parte del directorio de la Fundación para la Confianza: "No me parece ninguna señal, esta es la presión que tiene".

Desde Osorno, Juan Carlos Claret, vocero de los laicos y laicas de Osorno, explicó que la medida es de extrema prudencia. También tuvo palabras para la designación de Juan de la Cruz Suárez. "Aplaudimos el que sea un presbítero el que vaya a presidir el tedeum, dijo Claret, y no un obispo".

Fuentes cercanas a la Iglesia señalan que la decisión de Ezzati también tendría que ver con una recomendación que habría llegado desde el Vaticano (ver Reportajes). Roberto Sánchez, vocero de los laicos de Santiago, explicó que es una sorpresa que el arzobispo no presida el tedeum, "pero nos sorprende también que siga como arzobispo de Santiago"