Gobierno regional comprará pistolas Taser para gendarmes: ¿Cómo funcionan?¿Son letales?

El Gobierno Regional (GORE) Metropolitano comprará pistolas Taser a Gendarmería de Chile, luego de que el gobernador Claudio Orrego sostuviera reuniones con la institución mencionada y el Ministerio de Justicia tras la revuelta al interior de la Cárcel de Alta Seguridad.

La idea surgió en cuanto Orrego vio el video de los funcionarios enfrentándose a los reos. “Cuando lo vi dije, ‘mira ahí están nuestros gendarmes, expuestos, con lumas, ante delincuentes de altísima peligrosidad que los están agrediendo, que los están lesionando’”, indicó el gobernador en conversación con La Tercera sobre el hecho del 6 de junio.

Por ello, se reunió con Gendarmería y con el Ministerio de Justicia y buscar en conjunto una forma de reforzamientos de los elementos de seguridad de los funcionarios de las instituciones penales.

Así dieron con un plan piloto que trata de la compra de 20 pistolas Taser y tendrá un valor de $211.491.489.

Las pistolas Taser son armas no letales creadas, según señala un documento en el archivo de la Biblioteca del Congreso Nacional (BCN), en el año 1974 por el ingeniero Jack Crover, exmiembro de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio de Estados Unidos (NASA, por su sigla en inglés), quien concibió una pistola con una potencia de 7 vatios.

Estas fueron diseñadas para inmovilizar a una persona o animal mediante un shock eléctrico y existen dos tipos:

• Las unidades con dientes o electrodos en la boca del cañón de la pistola, que generan descargas eléctricas directas.
• Las armas que dirigen dardos punzantes en forma de anzuelo o arpón, que se unen a la pistola por medio de un cable y pueden penetrar en la piel, desatando una descarga eléctrica transitoria. Los dos dardos que dispara la pistola Taser, dependiendo del modelo, pueden alcanzar como máximo una distancia aproximada de 11 metros.

Este último tipo es el que es considerado por las autoridades chilenas para el uso de los funcionarios encargados de la seguridad de los recintos penitenciarios.

Las pistolas Taser tienen un potencial eléctrico que oscila entre los 40 y 50 mil voltios, siendo su objetivo reducir la tensión entre los funcionarios de seguridad y reos, evitando heridas graves y daños a terceros.

Las consecuencias de recibir una descarga eléctrica contemplan el aumento del ritmo cardíaco, contracciones de los músculos, dolor intenso y sensación paralizante durante varios segundos.

Como contrapartida, y a pesar de ser denominadas armas no letales, las Taser pueden causar la muerte de personas con antecedentes cardíacos.

Las personas a favor del uso de las pistolas Taser, según consignó la revista Segurilatam, señalan que las ventajas van desde rebajar la tensión en las confrontaciones entre policías y sospechosos; al no tratarse de armas de fuego, evitan fallecimientos y heridas graves. Y también posibles daños a terceros; y protegen a los propios integrantes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.

Junto con ello, en un estudio publicado por el American Journal of Public Health, que analizó la situación de diferentes casos de implementación de estas armas en policías estadounidenses, concluyó que la cantidad de lesiones bajaron significativamente, tanto para civiles como policías, luego de la implementación de estas armas.

Sin embargo, en contra parte, las personas en contra de su uso indican que estas, a pesar de ser denominadas armas no letales, han causado la muerte de personas que, por ejemplo, padecen problemas cardíacos, o a consecuencia de la caída provocada al perder el control de sus músculos al recibir las descargas eléctricas.

Asimismo, la Amnistía Internacional y el Comité de las Naciones Unidas contra la Tortura afirmaron que el problema con las pistolas Taser es que, al margen de su letalidad, esta produce un fuerte dolor en la persona objetivo sin dejar marcas, por lo que se puede emplear como arma de tortura encubierta.

El Comité de las Naciones Unidas contra la Tortura recomendó a los Estados miembros que “consideren abandonar el uso de armas eléctricas taser”.

Este tipo de pistolas de disparos de electroshock actualmente está siendo utilizado por diversos países del mundo. En América, es usada por las policías de Colombia, Brasil, Argentina, Estados Unidos y Canadá. En Europa por Inglaterra, España y Finlandia. Y en Asia por Corea del Sur.

Desde la BCN, se realizó un estudio por el uso del Taser en la experiencia internacional a pedido de la Comisión de Seguridad Pública del Senado y dio cuenta de las regulaciones que manejan cada país.