“De suma gravedad”, “indignación y “amateurismo”: las críticas al ISP y Salud tras aclaración sobre cuarentena de insumos contaminados
Los cuestionamientos llegaron desde el Colegio de Químicos Farmacéuticos y Bioquímicos y el Colegio Médico, donde indicaron que se ha hecho un daño tremendo al funcionamiento de la red asistencial. A dichos gremios se sumó el exsubsecretario de Redes Asistenciales, Luis Castillo.
La jornada de ayer jueves, el director del Instituto de Salud Pública, Rubén Verdugo, instruyó la cuarentena de medicamentos elaborados por el Laboratorio Sanderson como medida preventiva, ya que, según indicó, se detectó en un ensayo de control de calidad la presencia de contaminación microbiológica del complejo bacteriano Burkholderia cepacia (CBC).
De acuerdo al documento, se indica que se debe suspender de inmediato el uso y mantener en cuarentena “las unidades en existencia de todos los productos fabricados en el laboratorio de producción farmacéutica de Laboratorio Sanderson”.
Tras esta instrucción sin embargo, el director nacional del ISP emitió una nueva información, detallando que la cuarentena no correspondía a todos los lotes, sino más bien a un insumo médico en específico del laboratorio en cuestión.
“Teniendo en cuenta una serie de antecedentes puestos en conocimiento a esta autoridad sanitaria, se ha evaluado la medida, y a partir de este momento, la cuarentena se mantendrá vigente solo respecto del cloruro de sodio al 0,9%, cuyo envase corresponde a material plástico de gran volumen, y que hayan sido fabricados a partir del 1 de abril de 2023″, se especifica en el documento.
Esta situación fue abordada esta jornada por el exsubsecretario de Redes Asistenciales del primer y segundo gobierno de Sebastián Piñera, Luis Castillo, quien acusó de “improvisación” este cambio realizado desde el ISP, añadiendo sobre el caso que hay “demasiado amateurismo en salud”.
Por su parte desde el Colegio Médico (Colmed) criticaron el actuar del ISP, acusando una falta de rigurosidad.
“Manifestamos nuestra indignación con la falta de rigurosidad con los procedimientos y la entrega de información por parte del Instituto de Salud Pública”, afirmaron mediante un comunicado.
Si bien desde el gremio indican que esto mejora “considerablemente el escenario” y tiene consecuencias mucho más acotadas que el retiro de todos los productos de la marca, estiman que “se ha hecho un daño tremendo al funcionamiento de la red asistencial, tanto pública como privada”.
Esto, detallan, ya que en respuesta a la primera indicación, durante la jornada “han sido suspendidas miles de cirugías electivas a lo largo de todo el país y retrasado atenciones y entrega de medicamentos y tratamientos, generando, además, una alta incertidumbre y grado de estrés entre las y los trabajadores de la salud, que tuvieron que hacer frente a estos problemas durante estas horas”.
“Exigimos a la autoridad sanitaria transparentar la cantidad de cirugías y atenciones suspendidas y retrasadas como consecuencia de esta indicación inicial del ISP, y que se tomen las máximas medidas administrativas contra quienes resulten responsables de esta entrega de información”, concluyen.
Este año el ISP ha instruido el retiro y cuarentena de varios insumos médicos -incluido del Laboratorio Sanderson- de manera preventiva al detectar la presencia de esta bacteria. Asimismo, el Ministerio de Salud en enero denunció ante la Fiscalía Nacional que este brote bacteriano causó la muerte de 35 personas en hospitales.
Más tarde se sumó a las críticas el Colegio de Químicos Farmacéuticos y Bioquímicos de Chile, desde donde señalaron que lo sucedido es “una situación de suma gravedad”.
En una declaración de seis puntos, se informa que “Laboratorio Sanderson es uno de los principales productores nacionales de medicamentos inyectables y provee a la mayoría de hospitales y clínicas del país”. Por lo mismo, confirma los dichos del subsecretario Castillo en el sentido que “se suspendieron prestaciones en los distintos niveles de atención. Se han reagendado cirugías electivas y se generaron múltiples problemas en la continuidad de la atención clínica, entrega de medicamentos y atenciones de urgencias”.
Y añade: “A esto se suma la complejidad para definir acciones, considerando la información poco precisa y que se trata de insumos que no se pueden conseguir rápidamente, ya que en numerosos casos se requiere importarlos desde el extranjero”.
El colegio también insiste en que “resulta imperativo gestionar un serio plan de acción desde el nivel central frente al desabastecimiento de productos, por quiebres de stock o alertas sanitarias, con participación de todos los actores” y que en esta ocasión “se esperaba mayor coordinación entre el ISP, la Subsecretaría de Redes Asistenciales y la Central Nacional de Abastecimiento (Cenabast), con directrices claras y precisas e indicando las posibilidades terapéuticas disponibles, para reaccionar de modo eficiente y oportuno ante este tipo de contingencias”.
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