Jueza del caso Matute: "Obviamente, me siento en deuda con la madre"
La magistrada se refiere a la investigación, a la familia afectada a las razones de por qué no pudo llegar al nombre de los responsables del crimen, que ocurrió hace 18 años.
Dentro de la lista de 12 sospechosos por la muerte de Jorge Matute Johns, sólo cinco están vivos. Según la ministra Carola Rivas, quien llevó esta investigación desde 2014, las personas claves fallecieron en fechas bastante próximas a la desaparición de Jorge (1999), es decir, entre los años 2000 y 2004.
El caso pareciera estar cerca de su final, luego de que este martes la jueza se reuniera con la familia Matute, les entregara el informe del sumario –hasta ahora secreto- y ratificara que sus diligencias están cumplidas, sin nombres de los eventuales culpables.
"Obviamente, me siento en deuda con la madre, porque me comprometí a entregarle la verdad y creía al principio que iba a poder hacerlo, cuando encontramos esta tercera hipótesis". Así dice la ministra Rivas acerca de la investigación que asumió en julio de 2014 y que está pronta a finalizar.
Pese a determinar la causa de muerte de Jorge Matute Johns y a tener una lista de sospechosos, Rivas ve con dificultad llegar a él o lo responsables del hecho: "Todo empezó a calzar, íbamos como avión pensando que aquí la teníamos, cuando de repente empezamos a chocar con fallecidos, con la falta de recuerdos de testigos, y se nos vino la frustración encima".
El caso del universitario se extendió 18 años "Evidentemente, esta es una deuda de la justicia y de las policías en relación a la investigación de un crimen que debió estar resulto hace muchos años atrás".
¿Se siente conforme con el trabajo que realizó?
Tuve que reprimir la información porque estaba en secreto de sumario y al contar todo lo que habíamos hecho sentí un alivio, un alivio de poder decir lo que es verdad y falso. Esto es propio de un plus con el yo partí, causa de muerte, inoculación de un medicamento concreto. Imagínate poder partir una investigación criminal pudiendo relacionar una causa de muerte y un fármaco, es algo importantísimo.
¿El cierre de la investigación depende de lo que soliciten los abogados de la familia de Jorge Matute?
Durante febrero de este año me junté con el equipo de investigación en Santiago y reunimos todas las líneas de posibles aristas que podían estar pendientes y en conjunto definimos que no había más que hacer. Ahora la investigación depende exclusivamente del estudio que la familia y sus abogados hagan de la causa, porque yo también tengo que entregar el conocimiento del sumario al Consejo de Defensa del Estado. Mi impresión hasta ahora es que no tengo diligencias pendientes y no tengo más que hacer. Y si lo abogados no piden diligencias, el camino procesal siguiente es el cierre del sumario.
¿Cuál es la mayor traba para continuar y encontrar al responsable?
La mayor traba es el efecto del paso de tiempo, que tiene dos efectos perniciosos: uno es el transcurso del tiempo que provocó que muchos de nuestros sospechosos fallecieran, y lo segundo es la imposibilidad de hacer recordar a los testigos y asistentes de la época o relacionar sus recuerdos con personas específicas, como por ejemplo poder exhibirle alguna fotografía de los sospechosos y poder determinar si estuvieron esa noche en la discoteca.
¿El que algunos apunten a sospechosos fallecidos no puede ser una estrategia para no ir a la cárcel?
En la mayoría de esos casos, quienes reconocen no lo hacen bajo una connotación delictual, sino lúdica, de entretención. Nosotros los hemos enfrentado a una situación que puede ser delictual, en el sentido de que cuanto tú duermes a alguien o abusas de su conciencia para aprovecharte, estás violando, y mucho dicen no, no es así, yo no violé, era solo entretención. Por otro lado, la persona que es víctima en la mayoría de los casos ni su familia sabía que era homosexual y que acudía a este tipo de fiestas. Es un tremendo tema, era tabú en esa época y lo sigue siendo.
¿Por qué no se puede conocer los nombres de los sospechosos?
Nosotros conseguimos que muchos de ellos se abrieran en situaciones bastante personales de su vida pasada. Que muchas personas incluso heterosexuales lleguen aquí a reconocernos que no sabe cómo se les nublo la conciencia y amanecen violados es súper fuerte. Ellos hoy día no van a denunciar y no van a permitir que yo mencione sus nombres y obviamente la declaración se les tomó resguardando su identidad.
Los testigos ¿pudieron relacionar la muerte de Jorge con la forma de divertirse?
A muchos de ellos les calzó, pero tuvieron temor de declarar porque eso significaba exponer esta situación que en algunos casos era de víctima, en otros de orientación homosexual y/o de un tipo de diversión nocturna que estaba en un límite. La verdad es que por lo menos en dos o tres relatos, lo que le ocurrió a Jorge les hace un clic, ya que a ellos les pasó lo mismo, pero no tuvieron la madurez o la instancia para venir a contarlo al tribunal.
¿Las muertes de los involucrados se produjeron años después de la desaparición de Jorge?
Los nombres estaban mencionados en la carpeta y algunos episodios de los relatos coinciden con personas fallecidas y en otras no, pero es circunstancial. Algunos fallecieron en el transcurso del tiempo, algunos bastante próximos a la desaparición de Jorge y otros en los años siguientes, creo que tenemos un lapso entre el año 2000 y 2004.
¿Por qué sólo se desechó la línea investigativa de Hoja de Parra?
No he encontrado nada más que una decisión del comisario Jaime Arenas frente a esta línea. Uno de los miembros del equipo del comisario hace diligencias en relación a ella, pero de forma autónoma, esa persona es la que a mí me cuenta que cuando informa de que hay una persona que un mes antes se perdió en la Cucaracha y que perdió el conocimiento tras recibir un trago con alguna droga, el comisario Arenas le dijo esto no se investiga, sólo a los siete jóvenes en ese minuto procesados.
¿Cómo se llegó al joven afectado?
Un detective de la época empezó a revisar presuntas desgracias que habían ocurrido en Concepción y que estaban registradas en los Juzgados del Crimen y se encontró con este joven, cuya presunta desgracia tenía origen en La Cucaracha.
¿Bruno Betanzo nunca se enteró de las prácticas de algunos clientes?
Betanzo no tenía una discoteca gay, era destinada a los jóvenes y ese día hizo un evento electrónico, por lo tanto la gente que llego no eran clientes frecuentes. Nosotros recorrimos todos los trabajadores que tuvo Bruno en esa época y coinciden en que no tenía mucha presencia en la discoteca, porque había entrado a estudiar arquitectura. Dentro de los testigos está el dueño de una discoteca gay de Concepción, la única que había en esa época y que nos contó que cuando Bruno hacía sus fiestas electrónicas en La Cucaracha se convertía en su competencia. Es una de las personas que más nos ha colaborado, y conocía de las prácticas de algunas personas, pero nunca lo relacionó a lo de Jorge.
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.