Junaeb incorpora cambios en el programa de alimentación con el fin de combatir la obesidad en niños y adolescentes: se redujo el pan en un 50% y se agregó omelette y granola
El organismo incorporó una serie de cambios en el programa que atiende diariamente a más de un millón 800 mil estudiantes, en 12 mil 300 establecimientos educacionales públicos y particulares subvencionados de todo Chile.
El 25 de marzo pasado, la Junaeb presentó el Mapa Nutricional 2020 que arrojó alarmantes resultados. De acuerdo al estudio -en el que se midieron 8.440 establecimientos educacionales- un 54,1% de los niños, niñas y adolescentes en prekinder, kinder, primero básico, quinto básico y primero medio, presentan algún tipo de malnutrición por exceso. La obesidad, en tanto, llega a niveles cercanos al 30% en los primeros niveles educacionales, prekínder, kínder y primero básico.
Es por esto, y frente al sedentarismo provocado por la pandemia, es que el organismo incorporó una serie de cambios en el programa que atiende diariamente a más de un millón 800 mil estudiantes, en 12 mil 300 establecimientos educacionales públicos y particulares subvencionados de todo Chile.
Así, se indicó que se hará una reducción del pan en un 50% y se incorporarán cereales integrales al desayuno como granola y huevos en varias versiones como duro, omelette relleno con tomate, o revuelto, con el objetivo de aumentar las proteínas. Además, por primera vez se servirá fruta fresca en la primera comida del día.
Por otro lado, se aumentarán las variedades de productos del mar, incorporando nuevos pescados, mariscos y algas, con presentaciones atractivas como albóndigas o hamburguesas. En esa línea, el mes pasado en la región de Los Lagos, los estudiantes de Frutillar probaron salsa boloñesa y panqueques a base de Cochayuyo, que en la encuesta de aceptabilidad que se le realiza a los estudiantes alcanzó un 80% de aprobación.
Situación similar que ocurrirá con las legumbres, que pasarán a ser servidas como mínimo 6 veces al mes en formato de guiso, sopas y otras novedosas preparaciones. Los productos integrales como pan, arroz y pasta también llegarán al menú de los estudiantes, al igual que cereales como la quínoa, mote y polenta, que diversificarán las preparaciones.
Además, y con el objetivo de acercar a los estudiantes al consumo de 5 porciones de frutas y verduras al día, se aumentará la entrega de fruta fresca en distintos formatos, como reemplazo de postres de leche.
En la oportunidad, el director de Junaeb, Jaime Tohá, señaló que “los cambios que estamos realizando generarán un impacto en la alimentación escolar, elevando a calidad nutricional muy por sobre lo que se había entregado históricamente. No sólo reduciremos el pan, sino que se aumentarán las proteínas y se potenciará un cambio de hábito con las frutas al desayuno”.
El director de Laboratorio Gastronómico (iniciativa que se inició en 2017), el chef Juan Pablo Mellado, agregó que “el desafío nuestro es hacer que los niños coman rico y nutritivo. El hecho de que una preparación sea sabrosa no sólo sirve para que se coman el almuerzo, sino que es la manera de demostrarles que los productos saludables no son sinónimo de comida desabrida o fome”.
Igualmente, se indicó que los ingredientes de los platos tendrán relación con la región en la que se entregarán y se eliminará progresivamente la utilización de bandejas para servir la comida y serán reemplazados con platos, para hacer que los alimentos se vean más atractivos.
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