La brigada que pinta y repinta a Baquedano
Cada vez que es vandalizado, un equipo de cuatro personas esmalta el monumento en dos horas. “Siempre hay temor a trabajar en la calle y en un lugar tan emblemático”, dicen en la firma contratada por la intendencia.
Alrededor de las 2.00, y durante más de dos horas, una pequeña cuadrilla de cuatro personas se encargó el domingo pasado de dar la última mano de pintura al monumento del general Manuel Baquedano, ubicado en Plaza Italia, poco antes de que la obra -inaugurada en 1928- volviera a ser centro de las manifestaciones por el aniversario del 18 de octubre.
¿Quiénes son estos funcionarios, encargados de las restauraciones exprés? Se trata de una empresa financiada por la Intendencia Metropolitana. En conversación con La Tercera, uno de los cuatro trabajadores a cargo de estas labores, quien solicita no dar su identidad por razones de seguridad, detalla cómo es el proceso de recuperación de la obra cada vez que es atacada.
“Siempre hay temor a trabajar en la calle, y sobre todo en un monumento emblemático. Algunas personas nos gritan cosas”, sostiene el trabajador, quien cuenta que han aplicado pintura a Baquedano en dos ocasiones solo durante la última semana.
Esta firma, además, es la que de forma permanente cumple funciones de restauración de monumentos y fachadas en el casco histórico de Santiago. A la rotonda de Plaza Italia llegan en un vehículo de la misma empresa. Luego, instalan un generador eléctrico frente al monumento para iluminar el sector. Disponen sus materiales -tres tinetas o baldes de pintura de unos 20 litros- e inspeccionan el lugar.
El funcionario afirma que en la última intervención, el sector estaba lleno de basura, botellas vacías y otros elementos. “Hay que tener mucho cuidado, también había aceite en la estructura y eso puede generar caídas cuando subimos al caballo”, relata.
Antes de iniciar el trabajo rocían con amonio cuaternario la estatua, para desinfectarla. Tras ello, aplican el esmalte, labor que es realizada con una máquina especial para rociar la pintura. Los trabajos duran alrededor de dos horas. “En la parte superior ponemos esmalte sintético y en la parte inferior, pintura al agua”, añade. Allí deben subir y bajar varias veces por una escalera para pintar el caballo y la base.
Respecto de si tienen miedo a ser agredidos o han tenido incidentes, señala que “tenemos familias detrás y da temor que esto aparezca en todos lados, pero hacemos nuestro trabajo con profesionalismo”.
El intendente Felipe Guevara señala que “el plan de recuperación de espacios públicos nos ha permitido reparar monumentos y fachadas vandalizadas. Es una tarea que seguiremos haciendo las veces que sea necesario”.
Carabineros, en tanto, informó que dispondrá tres escuadrones de efectivos de Control de Orden Público este fin de semana para custodiar el lugar.
Labores municipales
También hay trabajo municipal en la recuperación de los espacios. El alcalde de Santiago, Felipe Alessandri, afirma que luego de la destrucción de mobiliario en la “zona cero” disponen de cuadrillas municipales encargadas de aseo y mantención de jardines. “Me impresiona la destrucción de la ciudad, de la galería de los músicos, de las luminarias, de los paraderos del Transantiago, de los contenedores de basura”, dice.
Patricio Neculpán, uno de los trabajadores a cargo de las labores luego de las protestas, cuenta que el lunes pasado inició su jornada antes de las 7.00 para despejar la calle de barricadas y piedras. “Hay mucho daño, destruyen desde semáforos hasta las veredas. Es impactante”.
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