La historia del suboficial que por 17 años se desempeñó en el hospital modular del Ejército

El pasado 22 de octubre el ministro de Defensa, Alberto Espina, llegó hasta Angol, Región en la Región de La Araucanía para supervisar el despliegue del hospital de campaña del Ejército de Chile, el cual ayudará a bajar la listas de espera en la zona y que permanecerá hasta el próximo 9 de noviembre en el lugar.

En dicha oportunidad, el titular de Defensa realizó un reconocimiento a Vladimir Castillo, quien por 17 años estuvo a cargo del mantenimiento y armado del hospital modular de la institución.

Este despliegue era especial para el suboficial, puesto que sería el último del cual formaría parte.

"La labor que uno cumple aquí cuesta dejarla", dice en diálogo con La Tercera.

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Castillo recibiendo homenaje del ministro de Defensa.[/caption]

"En el 2001 me llamaron porque llegaba un hospital de campaña al Ejército y necesitaban de alguien que supiera de motores, de generadores. Y ahí llegué destinado al cargo que era motores y generadores. Y ahí empezó mi andar en el hospital de campaña, saliendo tres meses en el año. Recorrimos de Arica a Punta Arenas ayudando a la salud de la gente", relata.

Una labor que valora y por la cual se siente orgulloso, pero que también ha tenido dificultades. Castillo relata que lo más difícil de los despliegues era dejar a su familia por algunos meses. "Si sumara todo el tiempo que he estado afuera es bastante. Creo que es lo más difícil", señala.

Pero ver toda la ayuda que el hospital modular ha brindado a la gente lo hace sentirse orgulloso de todo lo realizado durante estos años.

"La lección de vida mía es haber ayudado a tanta gente. La gente queda muy agradecida del hospital de Campaña del Ejército de Chile. Eso es muy gratificante para nosotros. Nunca hemos tenido quejas", sostiene.

Agrega que "hemos estado en todos los terremotos que han habido en Chile los últimos años. El 2010 estuvimos desplegados en Talca, llegamos al otro día del terremoto, a las 06.00 porque el hospital estaba en el suelo. Ahí estuvimos hasta septiembre de ese año. En Coquimbo también estuvimos. En Iquique para el terremoto también estuvimos ahí". 

El hospital modular del Ejército se ha desplegado en 40 oportunidades, en todas el suboficial Castillo ha estado presente. "Estuvimos una vez en Ovalle, donde nunca llueve, pero llovió de forma inusual, se inundó el hospital, tuvimos que cambiarlo porque se inundó", recuerda como una de las grandes anécdotas que vivió en este periodo.

"Un poco de tristeza dejar esta unidad. Deja un sentido de grandeza para uno y la institución. Me voy muy tranquilo con la gente que dejo que mantendrá este hospital", finalizó el suboficial Castillo.