Las discrepancias entre Lavín y Jadue sobre informe final del Consejo Asesor para la Cohesión Social

Los alcaldes Daniel Jadue, de Recoleta, y Joaquín Lavín, de Las Condes, fueron los oradores principales del seminario “Cohesión Social: el principal desafío de Chile”, organizado por el Centro de Estudios Públicos (CEP). En el evento, se presentó el informe final realizado por el Consejo Asesor para la Cohesión Social convocado por el Ministerio de Desarrollo Social y Familia, documento que fue comentado por ambos presidenciables.

Daniel Jadue rechazó la concepción del estudio y afirmó que “no comparto ni el marco teórico, ni tampoco el marco metodológico”. Asegurando que su análisis se fundamentaba en sus estudios de sociología, argumentó que en este tipo de investigaciones es clave “el lugar desde dónde se habla, para evaluar las conclusiones”. Jadue afirmó que el trabajo del consejo para el Ministerio de Desarrollo Social y para un Gobierno de centroderecha “tiene un sesgo ideológico muy potente”, con definiciones “poco plurales” y “conservadoras”, planteamiento que fue respondido por los encargados, que señalaron que al contrario de lo que dijo el jefe comunal el equipo que laboró el informe “gozó de mucha independencia”.

“Se trabaja con los síntomas de la cohesión social no con las causas y eso creo que de una u otra manera pone en entredicho todo el resultado del estudio”, aseguró el presidenciable del Partido Comunista.

Además rechazó la forma en que el estudio abordó el maltrato en el trabajo y el concepto de “desbordes del 18 de octubre”, para referirse al llamado estallido social de 2019.

Durante su alocución el alcalde de Recoleta insistió en la importancia de “un proyecto para todos”.

“Para mí, cohesión social es un país donde todos vamos a las mismas escuelas, todos vamos a las mismas plazas, todos disfrutamos de una calidad y de una dignidad”, expresó.

“La gente no quiere que le regalen nada, la gente lo que quiere es que con su propio esfuerzo y con lo que proviene de su propio trabajo, sea capaz de ser feliz resolviendo sus necesidades básicas, materiales e inmateriales, sin depender de nadie, eso es la dignidad, ser capaces de buscar el desarrollo y la felicidad en un marco de autonomía”, enfatizó.

Tras la exposición de Jadue, el alcalde Lavín, exministro de Desarrollo Social, manifestó que “este estudio yo lo tomo obviamente como un punto de partida”.

“Los hallazgos del estudio, no son en realidad ninguna sorpresa, no somos un país cohesionado”, reconoció Lavín y citando investigaciones de 1960 agregó que “la falta de cohesión social ha sido un fenómeno persistente en Chile”.

Joaquín Lavín sostuvo que “el que podamos darnos una Constitución común, compartida, con legitimidad cierta, es muy importante para recuperar la confianza en lo público y en ese sentido yo creo que hay que considerar el proceso constituyente como la posibilidad de darnos una nueva oportunidad como país de definir juntos el marco en el que nos vamos a desenvolver en el futuro y hay que hacer todo lo posible para que resulte bien el marco de buscar los dos 2/3 para llegar a acuerdos”.

Lavín dijo que es necesario el “fin de las políticas de segregación por ejemplo en materia de vivienda”. Asimismo expuso que “la focalización tiene que morir como esencia de la política social”.

“Un Estado que funcione es clave para la cohesión social”, expuso además Lavín, cuestionando la justicia y afirmando que hay casos en que “incumplir las normas es casi gratis”.

Poniendo como ejemplo la situación en Estados Unidos con el Presidente Donald Trump, el exministro planteó que “no hay cohesión social con una conducción política que polarice a la sociedad”. En esa línea, reiteró su idea de “gobierno de convivencia nacional” y de que se necesitan “políticas de Estado”.

“El próximo gobierno tiene la gran oportunidad de gobernar con ese espíritu de acuerdo de los dos tercios que va a tener que aprobar la nueva Constitución y vamos a necesitar liderazgos sanadores”, afirmó.

Eduardo Valenzuela, presidente del consejo y decano de la Facultad de Ciencias Sociales de la Pontificia Universidad Católica de Chile y la economista de la Universidad Adolfo Ibáñez Andrea Repetto, integrante del consejo, presentaron la investigación.

El diagnóstico del consejo es negativo. “Vivimos en redes muy estrechas”, señaló el presidente del Consejo Asesor, detallando que las cifras hablan de personas con cada vez menos amigos e incapacidad de confiar en desconocidos. Eso asociado a machismo, clasismo y caída de la confianza institucional, complementan esta visión. “Bienes fundamentales como el bienestar, equidad y democracia dependen de la cohesión social”, dijo, agregando que “es resultado de una sociedad equitativa y más próspera, pero también es condición” para ello.

Repetto hizo una presentación de las recomendaciones de políticas públicas orientadas a fortalecer y favorecer este factor. “Muchos de los programas sociales en Chile están hiperfocalizados”, planteó la economista, agregando que hay “cortes abruptos” en las entregas, que generan percepciones de injusticia y ante lo cual se hace necesaria una “entrega más gradual de las prestaciones sociales”, sugirió.

Además criticó programas de apoyo condicionados a logros escolares. “Estamos cargando sobre los niños el trabajo de superar la pobreza”, señaló. Respecto al diseño de políticas, cuestionó lo “limitada” de la participación de las comunidades en su gestación y desarrollo.