Los 31 viajes del general (R) Oviedo
Exjefe del Ejército declaró ante la jueza Romy Rutherford que usó dinero fiscal para vacacionar en República Dominicana y México. "Al permitir esta especie de 'canje' yo creía que (...) eso debía estar de acuerdo a la norma", explicó.
En 28 carillas, el excomandante en jefe del Ejército entre 2014 y 2018, general (R) Humberto Oviedo, entregó su testimonio a la ministra en visita Romy Rutherford. En el interrogatorio fue repasando -a medida que la jueza le preguntaba- los 31 viajes que realizó mientras estuvo en la institución. En la mayoría se trataba de traslados por comisiones de servicio y, en algunos casos, declaró, utilizó parte del dinero de los pasajes para vacacionar junto a su señora con fondos públicos.
Rutherford investiga dos aristas del fraude en el Ejército que involucran a Oviedo. Una de ellas es el presunto mal uso de los gastos reservados, por el que lo procesó el 30 de junio. Y la otra es por las eventuales irregularidades en el uso de los fondos destinados a las comisiones de servicio en el extranjero.
En esta última arista, Rutherford le tomó declaración el 28 de diciembre de 2018. Sin embargo, el caso no pudo seguir adelante, ya que Oviedo recurrió al Tribunal Constitucional (TC) y logró congelarlo por siete meses, hasta el pasado 2 de agosto, cuando el tribunal rechazó su recurso. Con esta decisión, la jueza puede seguir con las pesquisas y, de hecho, citó al general (R) para esta semana, con el fin de volver a interrogarlo.
En su única declaración por esta arista, Oviedo fue consultado por la misión militar en Washington. "Previo a llegar a la misión (en 2011) hice uso de mis vacaciones, por el término de seis días, el que pedí por escrito y autorizó el Estado Mayor General del Ejército. Viajé con mi señora y lo hicimos con destino a Punta Cana, en República Dominicana. El viaje, me refiero a los pasajes, me parece que aparte de la estadía mía y la de mi señora, se pagó con cargo a la orden de pasaje fiscal que pagó el Ejército", dijo.
Oviedo también relató que Victoria Latrach le gestionó el viaje. "Me parece que mi señora y yo fuimos personalmente a la agencia (Latrach) y hablamos con ella para organizar las vacaciones en Punta Cana", declaró.
Además, el oficial (R) relató que "no recibí una suma de dinero, sino que la orden de pasaje fiscal la recibió la agencia de viajes y me señaló que tenía una cantidad de dinero que me alcanzaba para usarlo tanto para los pasajes como para la estadía en Punta Cana". Después, la jueza le mostró la factura de los US$ 8.941, equivalentes a $ 4,3 millones. Oviedo señaló: "Con el dinero que yo solicité por concepto de reembolso se pagaron los pasajes míos, de mi señora y la estadía en Punta Cana, en un hotel cuyo nombre no recuerdo, con sistema de comidas todo incluido". Agregó que "a mí nadie me dijo que yo no podía gastar este dinero en estadía o, en su defecto, solicitar su devolución en el caso de que el valor de los pasajes fuera menor". Así, Oviedo declaró que "las vacaciones mías y de mi señora se costearon con fondos fiscales".
Rutherford también le preguntó a Oviedo por un viaje de Washington a Santiago, cuando finalizaba su misión militar en Estados Unidos. "Al regreso de la comisión en enero de 2012, decidimos con mi señora realizar el retorno a Chile vía México, fuimos a Ciudad de México y a Tulum. Hice uso de mis vacaciones pendientes, para lo cual solicité al Ejército su otorgamiento", indicó.
"No recuerdo si es que pagué este viaje y luego pedí la devolución o si se facturó al Ejército. Mi estadía y la de mi señora en México se pagaron con cargo a los fondos fiscales enterados por el Ejército. Mi señora también tenía derecho a pasajes, pero no al pago de sus vacaciones, como yo tampoco lo tenía. Permanecimos seis noches en Tulum con sistema todo incluido, entre el 24 y el 30 de enero de 2012".
Respecto de una comisión que hizo del 7 al 26 de febrero de 2014 a Londres, París, Milán, Berlín y Madrid para conocer los ejércitos de esos países, Oviedo dijo que viajó con su señora porque la entidad castrense le entregó los pasajes para que fueran los dos. "Además de las ciudades que estaban consideradas en el decreto, decidí visitar otras ciudades, como fueron Venecia y Múnich (...). La estadía mía y de mi señora a Venecia y Múnich fueron pagadas por el Ejército".
Casi al final de su declaración, Oviedo explicó que "la asignación que se hacía o la empresa que uno elegía o le asignaban, al permitir esta especie de 'canje', yo creía que, dado que nunca la agencia me hizo un reparo, eso debía estar de acuerdo a la norma. Tampoco recibí un reparo de Pasajes y Fletes o del Comando de Personal en cuanto a si estaba haciendo un mal uso al pagar mis vacaciones y las de mi señora con fondos fiscales, indico que no me hice ningún reparo".
Su abogado, Gonzalo Rodríguez, dijo que "las diferencias que se producían en el valor del viaje eran una cuestión que determinaba la institución, no solo en el caso de Humberto Oviedo, sino que en el caso de todos los funcionarios del Ejército desde el 84 a la fecha. La Sección Pasajes y Fletes valorizaba los viajes, y si se producían diferencias a favor de los funcionarios, ese valor se entendía que era parte del patrimonio de los funcionarios".
"El sistema evidentemente era malo y de hecho generó los problemas que hoy genera. El sistema se ve abusivo, pero era el sistema que tenía el Ejército (...) de hecho el general devolvió US$ 3 mil. Se le mandó una carta y había una diferencia y la devolvió", agregó Rodríguez.
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