Los “malls” bajo tierra: comercio ambulante se despliega en las estaciones del Metro
El fenómeno, que ya despertó pugnas en otros sectores de Santiago, se trasladó ahora, con fuerza, a las terminales de Estación Central, La Cisterna y Vicente Valdés, entre otras, donde abundan por decenas los vendedores. Metro detalla que, junto a Carabineros, han desplegado 33 mil fiscalizaciones este año, que solo consiguen que los informales suspendan temporalmente las ventas.
Billeteras, gorros, remedios, cargadores de celulares, audífonos y ropa interior, entre cientos de otros artículos, se venden como pan caliente. Faltan pocas horas para la Navidad, y lo que uno podría suponer para un centro comercial, mall o una galería, en realidad ocurre entre el sector de boleterías del Metro Estación Central y los pasillos que conectan con la terminal.
No es primera vez que vendedores ambulantes se instalan en este sitio. Pero la envergadura de los puestos y la cantidad de productos que allí se transan ha hecho crisis este año, comentan los usuarios que se desplazan con dificultad entre ellos. El fenómeno del ilegal, que ya golpeaba a otros barrios de Santiago, ahora llega a niveles subterráneos.
“¡En el mall por la misma toalla pagan tres veces más!”, vocifera uno de los vendedores ambulantes. “¡A 10 lucas las carpas!”, canta otro. Y es que, en medio de la marea humana, el que grita más fuerte atrae más clientes. Y vende más. “Han sido días muy, muy, buenos”, dice Julia Sierra, quien tiene un pequeño puesto de mascarillas, pañuelos y bebestibles.
La escena y los comentarios se repiten una y otra vez. Todo a vista y paciencia de los guardias, que poco pueden hacer ante la cantidad de vendedores y, por cierto, compradores. Uno de los vigilantes, de hecho, cuenta que lo único que pueden hacer es pedirles que se retiren.
“Solo Carabineros puede realizar el decomiso de productos y cursar multas, por lo que su apoyo es clave para el desarrollo de planes de control. Y a pesar de estos controles, este fenómeno se vuelve recurrente, porque el comercio ambulante se vuelve a instalar”, explica Paulina del Campo, gerenta de Clientes y Sostenibilidad de Metro.
Desde la misma institución enfatizan que la comercialización informal de productos al interior de trenes y estaciones son actividades no permitidas y que, por ese motivo, los equipos de seguridad de Metro se coordinan con carabineros, quienes pueden acceder al centro de control durante todo el horario de servicio y realizar fiscalizaciones. Esta coordinación, agrega Del Campo, ha permitido este año “el desarrollo de más de 33 mil controles a noviembre de 2021″.
En efecto, Pedro, uno de los vendedores que se ha establecido en el área, cuenta que a él ya le han quitado varias veces -al menos tres- todos sus productos, “pero siempre vuelvo, porque es la única forma de llegar a fin de mes y sobrevivir”.
Mientras cuenta esto, su vecino consigue vender un peluche en seis mil pesos, mientras del otro lado dos mujeres ganan propinas envolviendo regalos.
Felipe Muñoz (ind.), alcalde de Estación Central, explica que para frenar esto, llevan “meses de trabajo con la Subsecretaría de Prevención del Delito, con Carabineros, con la Municipalidad de Santiago y con el comercio establecido en el sector de la Alameda, lo que nos permite hoy que Carabineros tenga presencia en la Plaza Argentina, el lugar más emblemático de nuestra estación de trenes, razón por la cual no se está ejerciendo el comercio ambulante en ese lugar”. Sin embargo, añade, “se han estado desplazando hacia otros sectores de nuestra comuna y también dentro del Metro”.
En el Metro Estación Central los espacios por donde debería transitar gente se han reducido a una mínima expresión. El lugar se transforma en un perfecto escenario para, en el contexto de la pandemia, facilitar contagios y la dispersión de los vendedores hace difícil precisar cuántos puestos informales hay. Pero son varias decenas.
Diciembre, como todos los años, se preveía complejo. Uno de los que tendría más volumen de ventas informales. Eso llevó a Metro a desarrollar un plan de refuerzo en puntos más complejos de la red, como las estaciones La Cisterna, Vicente Valdés o la propia Estación Central, que concentran los puestos ambulantes y donde se han efectuado un total de 315 controles a cargo de Carabineros, de los cuales un 59% ha derivado en una multa con decomiso.
Pero las ventas se trasladan de una estación a otra y proliferan los puestos en los andenes, donde se venden golosinas y bebestibles. El fenómeno se repite en Unión Latinoamericana, Universidad de Santiago y San Alberto Hurtado, entre otras.
“Hace poco hubo una coordinación para sacar al comercio ambulante que estaba en ese sector del Metro, sin embargo, no se está abordando el tema de fondo”, dice Muñoz. Y agrega: “Acá están entrando muchos migrantes, personas que necesitan llevar un sustento a sus casas y que no les queda otra cosa más que ejercer el comercio ambulante. Y también está ingresando mucho producto ilegal a través de este tipo de comercio. Y es importante que la fiscalía empiece a investigar y pueda sacar de circulación a las personas que han estado estableciendo una estructura muy similar a las mafias, estableciendo una asociación ilícita en el sector”.
En ese sentido, desde Metro también creen que el comercio ambulante no es problema solo de ellos, sino que a nivel ciudad y país. “Se trata de un fenómeno difícil de controlar y que no se puede abordar de manera aislada”, dice la gerenta de Clientes y Sostenibilidad de Metro. Por ese motivo se han conformado mesas de trabajo en las que, además, participan Carabineros, la Subsecretaría de Prevención del Delito, municipalidades y fiscalías. Pero una solución definitiva, de momento, no parece llegar.
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