María José Castro, directora implementadora del Servicio de Protección a la Niñez y Adolescencia: “Tenemos la oportunidad histórica de no volver a fallarles a los niños y niñas vulnerados”
Cuando se promulgue la ley que crea el nuevo Servicio de Protección, que reemplazará en parte al Sename, la actual subsecretaria de Educación Parvularia deberá, en un año, implementar el organismo. En esta entrevista aborda sus principales desafíos y responde a las críticas recibidas.
La profesora María José Castro estaba a punto de cumplir tres años al mando de la Subsecretaría de Educación Parvularia, cuando el Presidente Sebastián Piñera la llamó y le cambió los planes. El Mandatario le encargó la tarea de ser la directora implementadora del nuevo Servicio de Protección Especializada. Estará cerca de un año en este nuevo cargo y con la única misión de implementar este nuevo servicio que reemplazará, en parte, al Sename.
Su tarea no es menor y las expectativas son altas. En poco más de un año deberá elaborar más de 22 reglamentos y una serie de otros detalles administrativos para echar a andar este nuevo organismo.
Castro dice estar “contenta y desafiada”. Mientras espera que la ley pase su último trámite en el Tribunal Constitucional, está afinando lo que será su nuevo equipo, que por ahora es de seis personas, y adelanta que la idea es rescatar todo lo bueno del Sename, tanto en funcionarios como experiencias, para continuar con la posta.
La semana pasada, cuando Piñera anunció su nombramiento, Castro recibió críticas por no tener experiencia en materias de protección, pero ella se defiende. “Llevo 30 años trabajando en educación. Muchos de ellos, sobre todo los últimos, han sido en vulnerabilidad, en contextos vulnerables”.
¿Cuáles son los principales cambios que tiene este nuevo servicio?
El principal cambio de paradigma y de mirada es que el Servicio Nacional de Menores se va a dividir en dos importantes servicios. El Servicio de Protección Especializada a la Niñez y Adolescencia va a ser parte de todo el sistema de protección que depende del Ministerio de Desarrollo Social y Familia. Ese es un cambio enorme, porque va a dejar de depender del Ministerio de Justicia. El otro servicio, que se tiene que crear es el Servicio Nacional de Reinserción Social Juvenil, que sí dependerá de Justicia.
¿Y qué pasa con la estructura que ya existe?
También habrá otro enfoque muy relevante, que es considerar a la familia también como sujeto de atención. Eso significa que la dolorosa separación de un niño con su familia será siempre la última opción. La idea es trabajar, en primer lugar, para su revinculación familiar. Como última opción se elegirá un cuidado alternativo o una residencia familiar. Los Cread que hoy existen se deben cerrar y transformarse en residencias familiares. Esas son las que pasan al nuevo servicio. Serán acotadas por edad y en cantidad de niños. Buscamos que sean 15 niños.
¿Qué responde usted a la crítica de que esto es solo un cambio de nombre?
No las comparto. Esta ley también incluye la creación de un consejo de expertos elegidos por Alta Dirección Pública. Ellos van a tener la misión de acreditar, bajo estándares que determine la Subsecretaría de la Niñez. También deberá fiscalizar y tendrá opinión vinculante. Por otra parte, se va a generar una coordinación multisectorial. Los programas que se exigen deberán ser programas especializados a las necesidades y a la vulneración que ha tenido cada niño y cada niña. Los niños tienen que ser atendidos en el programa pertinente a su necesidad y también pertinente al territorio. Invito a todos los que hoy día dicen esas críticas a que trabajemos en conjunto. Tenemos la oportunidad histórica de no volver a fallarles a los niños y niñas del país que han sido vulnerados.
¿Existen garantías de que esta vez sí se van a poder prevenir las vulneraciones de derechos?
A este servicio van a llegar los niños que ya han sido vulnerados, pero tienen todo un sistema de prevención universal antes. Una vez que lleguen al Servicio de Protección, la garantía está en la acreditación de programas y la evaluación que existirá sobre cada persona que trabaje como colaborador acreditado o en una residencia. Todos deberán cumplir con el perfil profesional que se requiere. Se contará con evaluación continua, con capacitación permanente y pertinente.
¿Qué pasará cuando ocurran vulneraciones en colaboradores?
Tendremos las facultades para supervisar, fiscalizar y tomar todas las decisiones que corresponda, como nombrar un administrador provisorio. No podemos dejar a ningún niño ni por un solo día en un lugar en que esté siendo vulnerado en sus derechos. Para este nuevo servicio todos los programas y colaboradores se deberán acreditar nuevamente.
¿Cómo recibe la crítica por no tener experiencia en protección de la infancia y la adolescencia?
No las comparto. Mi trayectoria profesional demuestra que tengo las herramientas, las capacidades y la fuerza para liderar este nuevo servicio. Además, yo no voy a trabajar sola. Voy a trabajar con un equipo y dentro de ese equipo estarán los mejores profesionales en todas las áreas. Efectivamente, puedo tener un perfil de un área a la cual le pueda faltar la parte jurídica especializada en la niñez, pero para eso habrá más personas en el equipo. Yo no creo en los personalismos, no creo en que es una persona la que saca adelante un servicio.
También se cuestionó que este servicio no quedó sujeto a la Ley de Garantías de la Niñez.
Cuando tenemos historias y evidencia dramática de lo que ha ocurrido durante décadas en los niños que han sido vulnerados dentro del Servicio Nacional de Menores, yo creo que no se puede esperar ningún día más. Uno siempre quisiera avanzar en todo a la vez, que todo vaya siendo ordenado, pero la vida no es así. Será importante cuando sea ley y será parte de todo el sistema de protección y prevención, pero eso no significa que desde el Servicio de Protección no podamos desde ya hacer realidad este deseo profundo de cada uno de los chilenos y chilenas, de que al Estado le vaya bien en esto.
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