Maristas se autodenuncian ante nueva acusación de eventual abuso

Con el formato de la autodenuncia, de fecha 30 de enero, la Congregación Marista hizo llegar hasta la Fiscalía Sur antecedentes de un nuevo presunto caso de abuso sexual contra un exalumno del Instituto Alonso de Ercilla.

"Por expresa voluntad del hermano Jesús Triguero Juanes y de los laicos Ernesto Reyes Plaza y Francisco Reyes Plaza, y habiendo sido imputados de haber participado en la comisión de hechos ilícitos, concurrimos ante vuestra SS. solicitando se investigue la imputación de que han sido objeto", dice el escrito presentado por el abogado Alejandro Peña, en representación de la Congregación Marista en Chile.

La investigación penal en torno a esta orden empezó en agosto del año pasado, luego de que la propia congregación denunciara al Ministerio Público los presuntos abusos sexuales cometidos por el religioso Abel Pérez. En total, hasta la fecha la institución, a través de una participación activa de sus abogados Peña y Vinko Fodich, ha presentado 12 denuncias y dos autodenuncias a la fiscalía, las que incluyen a cerca de 20 personas en calidad de víctimas por hechos ocurridos, en su mayoría, entre 1970 y 1985.

Los hechos de este nuevo caso, que involucran al exrector del Instituto Alonso de Ercilla, Jesús Triguero, habrían sucedido antes de 2016, sin especificar el periodo exacto.

Triguero actualmente se desempeña como rector del Instituto Rafael Ariztía, de Quillota, y fue presidente de la Federación de Instituciones de Educación Particular (FIDE) entre 2008 y 2010.

"Sé que al no tener hijos, al no tener familia constituida, te es imposible de comprender el desastre familiar por el cual hemos transitado". Así empieza el correo electrónico que el apoderado del exalumno que sería la presunta víctima de Triguero envió el 25 de enero pasado al actual rector del colegio, Jesús Pérez. Este mensaje está incluido en la autodenuncia que la congregación presentó al Ministerio Público.

El exapoderado relató a Pérez: "imagínate qué significa para los padres el haber puesto absolutamente toda la confianza en una institución de educación (...) supuestamente con valores sólidos cristianos. Cuando te enteras producto de la situación por la cual atraviesa mi hijo, que el motivo es que fue abusado sexualmente, no por sus compañeros sino por la máxima autoridad del colegio, nada menos que su rector Jesús Triguero".

El padre del menor apuntó en el correo al laico Francisco Reyes como "el proveedor y quien preparó todo el escenario", y a Ernesto Reyes como "parte de la red de protección".

La Tercera accedió a la autodenuncia, que incluye este correo electrónico de casi siete carillas de extensión (47 párrafos), y que actualmente forma parte de la investigación de la fiscalía.

En la misma autodenuncia, Jesús Triguero (quien además es responsable del Sector-Chile para la prevención de los abusos de los niños y jóvenes) niega totalmente las acusaciones.

"La denuncia que el apoderado hace y que involucra a mi persona es injuriosa, agraviante y absolutamente falsa. No comparto la forma y menos aún el fondo del correo", dijo el hermano marista.

Continuó indicando que "durante mis dos periodos como rector del instituto Alonso de Ercilla nunca he tenido una conducta inapropiada y menos abusos con algún niño, niña o joven del colegio; y, por lo tanto, tampoco con su hijo".

Triguero explicó que "el hijo de este apoderado creo que estuvo en 7° y 8° año en el colegio durante el segundo periodo de mi rectorado. En este momento, no recuerdo quién es este apoderado, ni su esposa ni su hijo. Menos el haber tenido reunión o encuentro con la familia o con el alumno en la rectoría".

Señaló en la autodenuncia que cuando regrese a Chile -cosa que ya ocurrió- va a presentar una querella o demanda contra el exapoderado, con el objetivo de que "se clarifiquen con transparencia los hechos".

A través de un comunicado de prensa, la Congregación de Hermanos Maristas dio a conocer su postura sobre estos hechos.

"Efectivamente, hace un par de meses se recibieron algunos correos, en los cuales se hacían acusaciones infundadas, ofensivas y calumniosas sobre algunas personas que ocupan u ocuparon cargos directivos en la institución", señalaron.

La orden agregó que "a la persona que escribió los correos se le invitó a canalizar sus afirmaciones ante la justicia, que es lo que corresponde en un Estado de derecho, tal como lo hizo la propia congregación y cada una de las personas aludidas".

La entidad, además, aseguró que "hemos estado a la espera de las diligencias que en esta materia instruya la autoridad competente. Sin embargo, como dicha persona ha continuado enviando correos igualmente injuriosos, se le ha manifestado directa y formalmente que las personas difamadas iniciarán acciones legales en su contra".

También señalaron que "la congregación no ha escatimado esfuerzos para buscar la verdad ante las acusaciones de abuso que han recaído sobre algunos religiosos, y no descansará hasta encontrarla. Pero eso no justifica ni da derecho a injuriar y calumniar. Por lo tanto, apoyaremos las acciones legales que inicien los agraviados en contra de quienes busquen aprovecharse de las verdaderas víctimas y dañar a la congregación sin ninguna base".