Mary Guinn Delaney, asesora de Educación para la Salud y el Bienestar de la Unesco: “Que ahora los niños no lleguen el primer día al colegio no es un fracaso”
“Debe ser una prioridad reabrir las escuelas”, dice la experta. También advierte que si la educación a distancia seguirá siendo la estrategia de enseñanza, se necesita asegurar el acceso a internet.
Diálogo, participación y decisiones locales. Esa es la receta que la asesora de Educación para la Salud y el Bienestar de la Unesco, Mary Guinn Delaney, entrega para la reapertura de los colegios.
Desde su oficina en Chile, dice que es importante abrir las escuelas por la importancia formativa que tiene para los niños, más allá de la enseñanza de contenidos. Pero advierte que es fundamental que se construyan confianzas. En esta entrevista, plantea que no es un fracaso que no lleguen niños a la reapertura, como pasó en Pirque. Tampoco será un fracaso cuando uno de estos colegios tenga que cerrar, a causa de rebrotes. Pero sí cree que hay que involucrar a las comunidades desde ya, pensando en que el 2021 también será a distancia.
¿Cree que Chile está preparado para reabrir los colegios?
La recomendación que hemos elaborado como Unesco, Unicef y OMS enfatiza la importancia de tomar decisiones locales, basándose en recomendaciones de las autoridades sanitarias y procesos de diálogo a nivel local, porque esta experiencia ha sido muy difícil, con mucha angustia y preocupación, por lo que hay que construir las confianzas. Los colegios no son islas, si hay transmisión comunitaria, la recomendación es no reabrir; si hay clúster de infección, se pide ser más cautelosos. Pero en los lugares donde no ha habido casos, ahí sí se puede pensar en reabrir. Por eso, en Chile es difícil reabrir todo de un día para otro.
Muchos apoderados no quieren enviar a sus hijos al colegio, ¿no se han construido esas confianzas?
Pasamos por un trauma y es totalmente entendible que haya inquietudes y miedos, por lo que los esfuerzos para construir esta confianza deberían enfocarse en las medidas que hay que tomar en el colegio, en mostrar cómo sería ahora un día de clases. Por ejemplo, se pueden enfocar en los jóvenes de 3° y 4° medio, que son grandes y entienden la importancia de mantener la distancia y usar la mascarilla. El escenario típico de un día en el colegio ya cambió; hay menos estudiantes por aula y existen modelos híbridos donde la mitad del curso está en el aula y el resto en la casa. Otras estrategias que hemos visto en otros países son mantener el grupo curso como una burbuja, limitando su contacto con otros cursos, almorzando y teniendo recreos juntos y, si es posible, tener medios de transporte conjuntos.
En Pirque, el regreso a clases al principio no resultó. ¿Cree que será así siempre?
Eso va a ser así, y no es por criticar ni tirar flores a las autoridades, sino que basándonos en lo que hemos visto en otras epidemias y en los países que están avanzados en sus reaperturas: que ahora los niños no lleguen al primer día al colegio no es un fracaso. El hecho de que algún colegio tenga que volver a cerrar, tampoco debe ser percibido como un fracaso, sino que como un indicador de que los sistemas de monitoreo están funcionando. En los países así ha sido. Cuando una familia ve que otras cinco envían a sus hijos, se sienten más seguras y capaz que luego envíen a los suyos. Hay que insistir en el diálogo, porque la preparación para la reapertura no puede esperar hasta que el ministro de Salud dé la luz verde, sino que debe ser un proceso de construcción.
¿Pero cree que la pandemia puede generar un fuerte retroceso en la educación?
Habrá que ver lo que pasa en lo que queda del año. En la educación preescolar ha habido muchos avances en los últimos años y reconocemos su valor en el desarrollo cognitivo y socioemocional. Cuesta aceptar la idea de perder este gran salto que se puede dar a una edad temprana, que influye en el desarrollo posterior. Eso es bien preocupante. Pero priorizar la salud es más importante que perder algunos contenidos, que se pueden recuperar si identificamos bien cuáles son los estudiantes que necesitan más apoyo.
Con mucha probabilidad, en 2021 continuará la educación a distancia. ¿En qué debe pensar el Mineduc para abordar eso?
No hay que dejar esa conversación para marzo. Como ya sabemos cuáles son las medidas y cuáles son las condiciones sanitarias que se tienen que dar, es importante mantener el diálogo a todo nivel y también enfocarnos en el impacto que han tenido los colegios cerrados. Debe ser una prioridad reabrir, con diálogo, con decisiones locales y consultando con toda la comunidad. Eso es así ahora y será así en marzo.
El uso del internet ha sido crucial durante la crisis, pero su acceso no está asegurado. ¿Debería haber una política de cobertura de internet en educación para 2021?
El tema de la educación en línea ha sido una lección dura para muchos países, porque pensamos que es lo más fácil, lo más barato, y no siempre es así. A veces solo hay una computadora por familia y el internet no es asequible por razones económicas o por la mala señal. Así que, si vamos a reconocer que la educación en línea es la estrategia del futuro, tenemos que garantizar su acceso razonable, porque la educación es un derecho. Si así vamos a educar, hay que garantizar el acceso para todos. Pero también los docentes necesitan apoyo para adaptar sus métodos, pensando en que también habrá un modelo híbrido.
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