Megafraude tributario: clan de Pavez Canessa vendía facturas falsas y contaba con un notario suplente en la organización

Megafraude

A los 55 imputados formalizados este lunes se les acusa de delitos impositivos, infracciones aduaneras y lavado de activos, entre otros ilícitos.


En una sala doble del Centro de Justicia se desarrolla este lunes la formalización de las 55 personas detenidas la semana pasada en el marco de la investigación de un megafraude tributario por $240 mil millones, el “más grande de la historia”, según el subdirector Jurídico del Servicio de Impuestos Internos (SII), Marcelo Freyhoffer.

En la audiencia de control del viernes se solicitó ampliar la detención de 28 de los implicados para los que el Ministerio Público solicitará su prisión preventiva. Se trata de los líderes y colaboradores de los siete clanes que realizaron la defraudación. La privación de libertad no se solicitó para el resto de detenidos que habrían operado principalmente como testaferros.

La indagatoria ha sido desarrollada por la Brigada Investigadora de Lavado de Activos (Brilac) de la PDI en conjunto con la Fiscalía Local de Pudahuel de la Fiscalía Metropolitana Occidente, a partir de una querella que el SII presentó hace un año en el Primer Juzgado de Garantía de Santiago.

José Antonio Pavez Canessa es el nombre en el que se centró en primer lugar el caso. Utilizando 16 sociedades de “papel” que operaron entre 2014 y 2020 emitió 100 mil facturas ilegales, generando operaciones comerciales de 3.308 proveedores inexistentes.

Su forma de operar fue replicada. Es así como el pasado 14 de diciembre, en la denominada Operación Tributos, personal policial allanó 83 domicilios en las regiones de Arica y Parinacota, Tarapacá, Antofagasta, Coquimbo, Valparaíso, Metropolitana, Maule, Biobío, Araucanía y Los Lagos.

Los detenidos creaban empresas fantasmas en rubros de servicios, construcción y exportación con un objetivo de defraudación y emitían documentos tributarios con información falsa para pagar menos impuestos y obtener devoluciones fraudulentas.

Se indagan delitos tributarios, además de asociación ilícita, lavado de activos y declaración maliciosamente falsa en la exportación.

Entre los imputados está Ximena Jiménez, que hace dos años fue candidata a consejera regional por el Partido Republicano en Melipilla, Región Metropolitana.

En el listado también figura Felipe Andrés Pavez Canessa, hermano de José Antonio, que según su perfil en redes sociales se desempeñó como abogado en el Servel y se especializó en temas tributarios.

El clan Canessa

El presunto cabecilla de la organización denominada “clan Canessa” es José Antonio Pavez Canessa.

“Junto a sus brazos operativos se dedicó a administrar de facto una sofisticada red de sociedades que emitían y facilitaban facturas falsas a otras empresas a cambio de una comisión económica, las que posteriormente eran registradas en la contabilidad de las empresas receptoras e incorporadas en sus declaraciones de impuestos, posibilitando así la rebaja indebida de sus cargas tributarias o la obtención de devoluciones indebidas. Asimismo, la organización criminal se dedicaba a autoemitirse este tipo de documentos tributarios para dar una fachada de autenticidad a las operaciones comerciales que consignaban sus facturas”, detalló el fiscal en la formalización.

Galvarino Corral era, junto a otros sujetos desconocidos, uno de los brazos operativos que siguiendo las instrucciones del líder del clan “se encarga de ofrecer las facturas falsas a terceros contribuyentes a cambio de una comisión en dinero consistente en 10% del IVA vendido por cada cliente, ejecutando de esta manera una función de intermediario entre Pavez Canessa y los usuarios finales”.

El notario y los testaferros

Germán Rousseau del Río, abogado que ejercía como notario suplente de una notaría, “estaba a cargo de confeccionar las escrituras de constitución social, compraventa y modificación de estatutos societarios de la sociedad creada por Pavez Canessa, con los datos que le proporcionaba este último, o bien las terceras personas que se apersonaban en la notaría para la firma, previo de coordinación con el líder de la organización criminal”.

También había intermediarios que, siguiendo las instrucciones del líder de la organización, reclutaban a “terceras personas dispuestas, a cambio de una suma de dinero, a proporcionar sus datos personales y claves web del Servicio de Impuestos Internos. Esto se llevaba a cabo con el fin de constituir sociedades emisoras de facturas falsas, participando también en la firma de los correspondientes documentos notariales. De esta manera, José Pavez Canessa se hacía de nuevas empresas para la emisión de facturas falsas, engrosando de esta forma su red societaria”.

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