Monsalve alista su primera declaración ante Fiscalía
Casi dos meses después de estallar el caso, el exsubsecretario del Interior será interrogado por los persecutores Xavier Armendáriz y Francisco Jacir este martes 7 de enero, a las 9 de la mañana. En un cambio de estrategia, su defensa, ahora en manos del defensor público Víctor Providel, entregará el relato de la exautoridad frente los cargos que enfrenta por violación, abuso sexual en contra de una subalterna de la Subsecretaría.
Por primera vez desde el 14 de octubre pasado, cuando se presentó una denuncia de violación y abuso sexual en su contra, el exsubsecretario del Interior Manuel Monsalve comparecerá ante los fiscales Xavier Armendáriz y Francisco Jacir este martes 7 de enero a las 9 de la mañana, para dar a conocer su versión de los hechos y entregar sus descargos.
Monsalve será trasladado por personal de Gendarmería desde el centro penitenciario de Capitán Yáber, ubicado en calle Pedro Montt, lugar donde se encuentra recluido desde el 23 de noviembre pasado, hasta una de las cercanas oficinas de la Fiscalía Metropolitana Centro Norte, las que se encuentran a pocos metros de distancia, en el complejo del Centro de Justicia de Santiago. Allí será recibido por el fiscal Jacir, quien está a cargo del caso, pero todo indica que la diligencia será encabezada directamente por el fiscal jefe de la Centro Norte, Xavier Armendáriz. Fuentes del Ministerio Público remarcan que Armendáriz acostumbra participar en los interrogatorios y en las diligencias claves cuando se trata de casos de alta connotación pública que están bajo su jurisdicción.
El exsubsecretario, en tanto, estará acompañado de su nuevo abogado defensor, Víctor Providel, jefe de la Defensoría Local de Santiago. El defensor público asumió formalmente la representación de Monsalve recién el 23 de diciembre pasado, tras la abrupta salida de los abogados privados que había contratado inicialmente Monsalve: María Inés Horvitz, Cristián Arias y Lino Disi, a raíz del quiebre en las confianzas y fuertes diferencias en torno a las estrategia que le estaban proponiendo los abogados.
Según cercanos al exsubsecretario del Interior y exmilitante socialista, Monsalve venía exigiendo a sus abogados defensores desde un comienzo que se definiera una estrategia comunicacional más activa por parte de su defensa. “Este no es sólo un caso judicial, por su rol en el gobierno y exposición política, también es un caso mediático, por lo que debe haber una acción más clara en ese ámbito”, señalan cercanos a Monsalve. Algo en lo que no estaban de acuerdo Disi y Arias. “Manuel no ha perdonado a sus anteriores abogados que no salieran a decir nada en su defensa cuando recibía acusaciones, incluso, que no tenían nada que ver directamente con la investigación del caso y que fueron muy dañinas para su imagen”, afirma un estrecho amigo del exsubsecretario. En ese sentido, añade, Monsalve quedó muy molesto con Arias y Disi luego de que estos guardaran silencio y no reaccionaran frente a los dichos del empresario Juan Sutil, quien dijo que durante su periodo como parlamentario, Monsalve “era un diputado que lo tenían que ir a buscar sus colegas al hotel para votar a las 12:00, 13:00 del día, donde él venía evidentemente trasnochado con evidencia del consumo de alcohol y además jugaba en el casino”.
Las desconfianzas con su equipo defensor privado, sin embargo, venían de mucho antes, afirman en el entorno de Monsalve. El exsubsecretario tampoco les perdona a sus exrepresentantes que hayan solicitado el 27 de noviembre pasado la revisión de las medidas cautelares con el único argumento de que su reclusión en Capitán Yáber representaba un riesgo para su seguridad, lo que fue desestimado por los tribunales. La acción judicial no sólo fue un fracaso para la defensa, algo que era previsible, sino que abrió un espacio para que la opinión pública conociera un cúmulo de nuevos antecedentes, testimonios y pruebas que perjudicaban seriamente la posición de Monsalve. Ese mismo día renunció Horvitz, quien dejó en evidencia las disputas y discrepancias que tenía con la estrategia jurídica que planteaban sus colegas Disi y Arias.
Personeros del Partido Socialista que, de manera personal y en privado están apoyando la defensa de Monsalve, afirman que la distancia y desconfianza del exsubsecretario con su anterior defensa privada se fue acrecentando por otros motivos, como el hecho de que Horvitz hubiera llegado atrasada más de 55 minutos a la audiencia en que se revisarían las primeras pruebas del caso y al poco tiempo que, según Monsalve, le brindaban sus abogados privados.
Pese a que, especialmente Disi lo visitaba dos a tres veces a la semana, algunas veces no era por más de media hora, lo que dificultaba, según el entorno de Monsalve, la posibilidad de preparar un adecuada respuesta a las acusaciones de los persecutores y querellantes. La gota que rebalsó el vaso, afirman amigos del exsubsecretario, fue enterarse de que sus propios abogados habían solicitado a la Fiscalía postergar la fecha del interrogatorio, fijado inicialmente para el 23 de diciembre, para este martes 7 de enero, debido a problemas personales de uno de los dos abogados de la defensa, pese al interés que había manifestado Monsalve de dar su testimonio de los hechos y contrastar su versión con lo que hasta ahora se ha conocido.
El 20 de diciembre pasado, Disi y Arias finalmente también renunciaron a la defensa. De inmediato, el tribunal notificó a la Defensoría Pública para que se procediera a designar a un abogado defensor. El oficio llegó a manos de Víctor Providel, quien se dirigió a Capitán Yáber ese mismo día 20 de diciembre para conversar con Monsalve y explicarle la situación.
No todos en el entorno de Monsalve estuvieron de acuerdo en dejar a Providel a cargo de la defensa. Algunos cercanos al exsubsecretario y exmilitante socialista, como el extimonel PS Osvaldo Andrade, eran de la idea de contratar a otro abogado privado que se hiciera cargo desde las sombras de la estrategia jurídica. Fue en ese periodo, relatan, que se acercó a Monsalve en la cárcel el abogado Juan Pablo Hermosilla para ofrecer sus servicios. La idea fue desestimada por Monsalve. “Manuel Monsalve ha manifestado que está conforme con el trabajo de Providel y además, no habría funcionado el tener dos abogados, en algún momento hubieran terminado chocando también sus estrategias”, señalan.
Nueva estrategia
Providel acompañó el 23 de diciembre a Monsalve al despacho del fiscal Jacir. Allí, junto con firmar el patrocinio para hacerse cargo de la defensa, Providel dio muestras de un primer giro en la estrategia de su defendido. Monsalve autorizó a la Fiscalía el acceso a sus cartolas bancarias, algo que venían solicitando sin éxito los persecutores desde hace más de un mes, y que es imprescindible para despejar si hubo uso ilegal de gastos reservados, una de las aristas que investiga la Fiscalía. En dos ocasiones, el tribunal de garantía había rechazado la petición del Ministerio Público.
Según cercanos a Monsalve, al exsubsecretario esa arista es la que menos le preocupa, ya que, dado el bajo estándar que exige la ley para rendir los gastos reservados, no tendría dificultad en demostrar que no desvió dineros públicos para su uso personal.
Por lo mismo, Monsalve y Providel de cara al próximo interrogatorio han priorizado el trabajo en torno a construir un relato respecto de lo ocurrido la noche del 22 al 23 de septiembre pasado, fecha en la que habría ocurrido la violación denunciada por la funcionaria de 32 años de la Subsecretaría. Monsalve insiste en que no se acuerda de nada y que existía una relación con la joven que estaba iniciándose. En su testimonio, Monsalve insistirá en algunos videos que están en manos de la Fiscalía y que no han sido exhibidos, en que muestran que ambos se besaron en varias oportunidades y que no estaban totalmente borrachos, aún cuando no se encontraban en condiciones normales. En esa línea, el exsubsecretario insistirá en que se indague más en lo ocurrido durante el tiempo que estuvieron cenando en el restaurante Ají Seco Místico, pues reitera su tesis de que pudieron haber sido drogados.
Hace algunos días, Monsalve, también en un giro de su defensa, se realizó exámenes de drogas con el objeto de buscar trazas de existencia de drogas inhibidoras de la voluntad. En su entorno, también aseguran que su defensa insistirá en que no tuvo relaciones sexuales con la víctima, a fin de desvirtuar el delito de violación, cuya pena asciende a 15 años de prisión, y reducir los cargos más graves a los de abuso sexual, que tienen una pena de sólo cinco años de cárcel. “Los exámenes que se realizó la víctima en el SML tuvieron lugar casi 22 días después de los hechos denunciados, por lo que sus resultados no pudieron acreditar que tuvo acceso carnal a la víctima”, señalan en el entorno del exsubsecretario. En otras palabras, en la medida que Monsalve no admita el delito, obliga a la Fiscalía y a los querellantes a tener que demostrarlo.
Quienes han visitado al exsubsecretario en el centro de reclusión Capitán Yáber, relatan que lo han visto “tranquilo y muy entero”. Salvo la semana entre Navidad y Año Nuevo, donde, aseguran, experimentó una baja en su estado de ánimo. El resto del tiempo lo ha dedicado a preparar su declaración ante los fiscales. Sabe, dicen sus cercanos, que será un interrogatorio complejo y que los fiscales serán duros con él. Por lo mismo, en dos cuadernos, Monsalve ha llevado un meticuloso registro de los testimonios que se han aportado en su contra y de las pruebas que han sido recabadas hasta ahora por el Ministerio Público. Su defensa le ha entregado copia de gran parte del expediente, que ha revisado con detención.
Pese a los privilegios que tiene permanecer encarcelado en Capitán Yáber, respecto de la situación que se vive a diario en los centros penitenciarios del país, el régimen de reclusión sigue siendo estricto, señalan amigos que lo han ido a visitar. Monsalve está sometido a un régimen de alta seguridad, por lo que no tiene acceso a teléfono y sólo puede salir al patio -una cancha de cemento de 20 por 15 metros- una hora al día. Si le llevan un libro, añaden sus cercanos, deben ser autorizados previamente por las autoridades de Gendarmería. Los custodios son rotados periódicamente, en ciclos de pocos días, para evitar que generen vínculos de cercanía con los reclusos. Y aunque el recinto cuenta con una cocina para que los detenidos preparen los alimentos que les llevan sus familiares y amigos, el exsubsecretario es prácticamente el único que come el rancho que entrega Gendarmería. Lo que más le ha pedido a sus amistades es que le lleven cigarrillos y jugo de naranja.
Varios son los personeros del PS que lo visitan constantemente, entre ellos figura el exministro del Trabajo Osvaldo Andrade, quien en un inicio se enroló en la nómina que exige Gendarmería para ingresar al penal durante los horarios normales de visita: martes y viernes. Sin embargo, en el último tiempo, Andrade ha asistido con mayor frecuencia, aprovechando que en su calidad de abogado puede entrar a ver al exsubsecretario en cualquier momento. Lo anterior refleja el rol que ha asumido el extimonel socialista en la defensa de su amigo. Ambos se conocen desde hace más de 30 años y militaron juntos dentro del PS Almeyda en los 80, luego compartieron en las facciones Nueva Izquierda y la llamada disidencia dentro del PS, además de compartir por dos períodos en la Cámara de Diputados.
El interrogatorio a Monsalve tendrá lugar en medio de una nueva ofensiva de los querellantes. A fines de diciembre, representantes de la denunciante presentaron una acción preventiva en el tribunal laboral para exigir a la Subsecretaría del Interior que entregue antecedentes que permitan, más adelante, sustentar una eventual demanda contra el Estado por falta de tutela laboral, pues el gobierno no habría resguardado los derechos de la joven.
Asimismo, para mediados de enero está previsto que la denunciante retorne a Santiago -se encuentra actualmente radicada en la Región del Biobío, en el hogar de sus padres- para someterse a una pericia de “daños” en dependencias del Centro de Asistencia de Víctimas de Atentados Sexuales (Cavas) de la Policía de Investigaciones. La diligencia, en la que también participarán miembros de la familia de la denunciante, no tiene por objeto corroborar la verosimilitud del relato aportado por la funcionaria de 32 años de la Subsecretaría del Interior, sino que está orientado a establecer las secuelas emocionales y sociales ocasionadas por los delitos de los que fue víctima. Sin embargo, la abogada querellante, María Elena Santibáñez, pretende aplazar la fecha de la diligencia a fin de dar más tiempo a la recuperación de su representada, quien hace algunos días debió ser internada tras sufrir una crisis emocional.
Comenta
Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.