Simce 2022: la disminución de los puntajes impacta en la pérdida de aprendizaje de hasta un año a nivel nacional

Los resultados del Simce 2022, dados a conocer el miércoles por la Agencia de Calidad de la Educación, reflejaron un descenso en los promedios nacionales para las mediciones de lectura y matemáticas, tanto en 4° básico como II medio. Estas evaluaciones corresponden a la primera medición censal posterior a las protestas de 2019 y a la pandemia del Covid-19 (2020-2021), por lo que estos resultados permiten dimensionar, por primera vez, el impacto de los sucesos de los últimos años sobre el aprendizaje de los estudiantes del país.

El retroceso en lectura fue de cuatro puntos para 4° básico y seis puntos para II medio, mientras que en matemáticas hubo una disminución de 10 puntos entre los estudiantes de 4° básico y 12 puntos en el caso de II medio.

Más allá de las cifras entregadas por la Agencia y el Ministerio de Educación, que no son para nada alentadoras, la Fundación Pivotes realizó un análisis para mejorar la comprensión de estos resultados, estableciendo su equivalencia con tiempo de pérdidas de aprendizaje. Y, otra vez, las cifras son negativas, por decir lo menos: la pérdida de aprendizaje va entre cuatro y 10 meses, esta última cifra corresponde a un año académico.

Pivotes sostiene que la equivalencia entre disminución en puntajes y tiempos de pérdida de aprendizaje -la literatura relacionada a evaluaciones estandarizadas (Simce) establece que un año de aprendizajes equivale a 0,2–0,3 desviaciones estándar del puntaje- en lectura 4° básico la diferencia entre los puntajes de 2018 y 2022 no es estadísticamente significativa, por lo que se puede afirmar que los resultados se mantuvieron estables en el tiempo.

Sin embargo, en matemáticas 4° básico la baja de 10 puntos equivale a una disminución de entre 0,7 y 0,8 años (siete a ocho meses) de aprendizaje; en lectura de II medio la baja de seis puntos equivale a una pérdida de entre 0,4 y 0,5 años (cuatro a cinco meses) de aprendizaje, y en matemáticas de II medio, donde el promedio nacional presenta 12 puntos menos, la pérdida de aprendizajes se puede cuantificar entre 0,8 (ocho meses) y un año.

Los resultados también permiten sacar otras conclusiones más puntuales: en la prueba de lectura en II medio existe una brecha de 16 puntos en favor de las mujeres, lo que equivale a entre uno y 1,3 años de aprendizaje, y en matemáticas 4° básico la brecha entre el grupo socioeconómico alto y bajo es de 59 puntos, lo que equivale a entre 3,9 y 4,7 años de aprendizaje.

“Este análisis demuestra por qué era necesario contar con los datos del Simce, algo que desde Pivotes impulsamos con fuerza. Por fin podemos comenzar a dimensionar la enorme magnitud de las pérdidas de aprendizaje durante la pandemia, un paso crucial para poder tomar acciones precisas y efectivas”, dice Angélica Cepeda, directora ejecutiva de Pivotes.

Y añade que “esperamos que el Mineduc y la Agencia de Calidad de la Educación liberen en los próximos días la base de datos para que podamos seguir obteniendo información que nos permita llegar con las mejores propuestas para enfrentar este terremoto educacional”.

Por su parte, Bárbara Manríquez, economista, exjefa de gabinete del Mineduc e investigadora de Pivotes, dice que “llevando aquellos números a lo que indica la literatura internacional, se traduce en que los estudiantes chilenos, en su rendimiento promedio, reflejaron en 2022 hasta un año de aprendizaje menos en matemáticas y hasta medio año menos de aprendizaje en lectura”.

“La recuperación educativa debe ser la prioridad absoluta de las autoridades. Necesitamos medidas concretas, que cuenten con monitoreo frecuente e información que esté a disposición de las familias, las escuelas y todos quienes pueden aportar en el diseño de políticas robustas y basadas en evidencia. Lo que no se mide no se puede mejorar, por lo que en este desafío a nivel país, la medición comparable de aprendizajes y la transparencia juegan un rol más importante que nunca”, agrega.

La gran mayoría de las regiones disminuyeron sus puntajes en lectura y matemática, tanto en 4° básico como en II medio. En algunos casos los puntajes se mantuvieron estables respecto de 2018, pero en ningún caso hubo una mejora.

Los peores resultados estuvieron en Atacama: tuvo las más bajas cifras en las tres categorías donde el Simce arrojó los promedios más bajos: matemáticas de 4° básico (-12 respecto del promedio nacional) y II medio (-16) y lectura de II medio (-6).

Y si se revisan en específico los datos de matemáticas, los segundos peores resultados se registraron en Tarapacá (4° básico, con -8 respecto al promedio país) y en La Araucanía (II medio, con -10).

La realidad es distinta en la Región Metropolitana, pues fue la zona donde se produjeron crecimientos en las cuatro pruebas y con mayor rango. En matemáticas obtuvo 255 puntos en 4° básico (+5 respecto al promedio nacional) y 259 puntos en II medio (+7). Y en lectura registró 270 puntos en 4° básico (+3) y 246 puntos en II medio (+3).

Así, Pivotes concluye que en lectura 4° básico los peores resultados en pérdida de aprendizaje se dieron en las regiones de Arica y Parinacota y Ñuble, con cifras de hasta un año y ocho meses, respectivamente. Y en lectura II medio, los peores resultados estuvieron en Tarapacá y Ñuble, regiones en las que se generaron pérdidas de aprendizajes de hasta 0,8 años.

En matemáticas 4° básico, en siete regiones se generaron pérdidas de aprendizaje equivalentes a hasta un año o más. Las pérdidas más grandes se generaron en Ñuble, Arica y Parinacota, y Tarapacá. Y en la misma prueba para II medio, en 11 regiones se generaron pérdidas de aprendizaje equivalentes a hasta un año o más.