Tras riñas en establecimientos de Puente Alto y Quilpué: Colegio de Profesores pide acelerar proyecto de convivencia escolar

Tras dos hechos de violencia registrados en centros escolares de la Región Metropolitana y Valparaíso, el Colegio de Profesores y Profesoras llamó al Congreso a acelerar la tramitación del proyecto de conveniencia escolar que busca prevenir y erradicar los casos de acoso, violencia y discriminación, junto con resguardar al personal pedagógico en el caso de sufrir agresiones por parte de estudiantes.

Ante estos hechos que se viralizaron en redes sociales por su alto nivel de violencia, el presidente nacional del gremio, Mario Aguilar, manifestó: “Se requiere que se acelere y se apruebe el proyecto de convivencia que establece mejores regulaciones frente a estas situaciones porque en la normativa actual está muy poco regulado y por lo tanto, también cuesta seguir acciones legales y establecer sanciones”.

Y añadió: “Hemos denunciado hace tiempo como la espiral de violencia en los colegios está aumentando de manera alarmante (…) desde hace tiempo hay riñas entre apoderados y apoderadas, por supuesto no todos, pero es creciente el número de agresiones de apoderados a docentes y ahora estamos viendo estos hechos que son incalificables”.

En esa línea, remarcó la importancia de que estos ataques tengan las sanciones correspondientes, ya que “en situaciones anteriores quedan prácticamente impunes porque aunque se sigan procesos judiciales, generalmente no se llegan sanciones, las fiscalías no perseveran, los jueces tampoco establecen condenas”.

El llamado del líder del magisterio se da luego de que en las afueras del Colegio Nueva Era Siglo XXI de Puente Alto, apoderados y alumnos del recinto se enfrentaran a puños. En concreto, dos estudiantes protagonizaron una pelea al interior del colegio, por lo mismo, sus padres fueron a retirarlos, en medio de la salida, se produce este brutal enfrentamiento que terminó con uno de los menores atropellando a su madre.

A este episodio se suma el ocurrido en el Liceo Gastronomía y Turismo de Quilpué, en donde dos apoderados comenzaron a golpearse tras asistir a una citación de la directiva porque sus hijos habían protagonizado una pelea durante horario escolar.