Accidentado regreso de Tiro de Gracia marca primer festival Frontera

El certamen en el Club Hípico de Santiago agotó entradas y tuvo peaks de convocatoria, con Chico Trujillo y Molotov.




Aparecieron para completar un retrato perdido de la música popular chilena y marcar un hito en vivo: el grupo de hip hop Tiro de Gracia subía ayer al festival Frontera con su formación original -Juan Sativo, Zaturno y Lenwa Dura- para tocar su disco más celebrado, Ser hümano!! (1997). Y sumando los problemas técnicos que los acompañaron, Tiro de Gracia también retrató el contexto del festival que los acogió: una asistencia de unas 40 mil personas, según la producción, que se congregó en el Club Hípico en torno a la matriz latina y festiva del reggae, rock, funk y hip hop.

La primera edición de Frontera abrió su único acceso general a las 12.30, una hora más tarde de lo anunciado; según la producción de Transistor, el atraso se debió a una petición de las autoridades del recinto. Como consecuencia, la fila de acceso se extendía por toda la cara norte en Blanco Encalada y viraba por Club Hípico hasta la calle Iñiguez. Al interior: tres escenarios (el principal, Transistor, de gran extensión y con tres pantallas led), una rueda de Chicago, sectores de baños con alta demanda y una muy lenta barra de comida rápida.

El polvo en el aire no daba tregua en una tarde nublada y una noche helada. Lo peor: los retrasos, que de acuerdo con la productora se acumularon desde la apertura de puertas. Gepe apareció con hora y media de atraso. Chico Trujillo salió a las 20.45 horas, dos horas tarde de lo anunciado. Su show, sin embargo, marcó una de las cumbres de la jornada, un karaoke permanente y una convocatoria incontestable, aun cuando al lado ya tocaban los mexicanos de Molotov. El vocalista de Zona Ganjah tuvo un emergencia familiar y el grupo retrasó su aparición hasta después de las 23.30 horas.

Otro damnificado fue Movimiento Original, que cedió su horario a Tiro de Gracia. El regreso, sin embargo, apenas estuvo a la altura. Hubo pasión y manos al aire de unas cinco mil personas en Viaje sin rumbo, además de detalles como la invitación para Pedro Foncea en Corsario universal. Pero a la segunda canción ya se oían pifias pidiendo más volumen. Problemas técnicos graves que nunca se resolvieron y sepultaron el hito. Ni siquiera tocaron Ser hümano!! en forma íntegra.

Jorge González ofreció desde el escenario una explicación lapidaria a los problemas de coordinación. "Me hubiese gustado tocar cosas de mi nuevo disco, pero no hicimos prueba de sonido y las cosas se hicieron muy improvisadas", disparó antes de Sexo y de seguir encendiendo una fiesta que se extendía hasta después de la medianoche, con las presentaciones de Los Fabulosos Cadillacs y Bosnian Rainbows.

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