Acreedores de La Polar evalúan el cambio de deuda por acciones de la compañía

Opción ya se había planteado en 2011, pero no contó con el respaldo de una parte de los accionistas.




En los próximos días, el directorio de La Polar definirá los pasos a seguir para convocar a la comisión de acreedores de la compañía, a quienes solicitará renegociar su deuda, cuyo valor nominal alcanza los US$ 750 millones.

César Barros, presidente de la firma espera que "se trate de una negociación corta y exitosa". Pero la pelea más dura se daría a nivel de accionistas, ya que el escenario ideal para algunos acreedores -dicen fuentes- es cambiar su deuda actual por acciones del retailer.

Tal opción se analizó en 2011, durante la negociación con los tenedores de bonos, tras la crisis financiera que tuvo al borde de la quiebra a la firma. Sin embargo, no prosperó por la resistencia de algunos accionistas.

Análisis del mercado

El gerente de Estudios de Renta Fija de Munita, Cruzat y Claro, Diego Torres, comentó que el cambio de deuda por acciones "es una buena forma de poder hacer disminución de la deuda e ir limpiando el balance".

Agregó que "esas son decisiones de cada uno de los bonistas en función de sus intereses. El bono cupón cero (Junior) a 20 años, es una deuda que técnicamente es más similar a una acción que a un bono. Si hay consenso por parte de los acreedores y una propuesta de parte de La Polar de traspasar esa deuda a equity, va a depender tanto de los accionistas, que se van a diluir, como también de los bonistas que quisieran el cambio", comentó.

De todas maneras, el abanico de opciones es amplio. "Desde convertir la deuda en acciones hasta generar un recorte de ésta. Sin embargo, hasta ahora, no hay ninguna propuesta presentada ni aprobada", señaló Torres.

A juicio de Torres, La Polar "está viendo la oportunidad de sentarse a conversar dado el precio al que se está transando su deuda y a los cambios que ha existido en su modelo de negocio tras el cierre de Colombia". Si bien es una opción "y es válido ejercerla, cualquiera que sea la propuesta, debe ser aprobada por los acreedores", indicó.

Lo concreto hoy es el anuncio de la renegociación "y en términos de lo que la empresa va a hacer o se va a acordar, hay mucho camino por recorrer", advirtió. A su juicio, "no necesariamente esto se traduce en que va a haber una quita explícita por cierta cantidad de millones de dólares para dejar a la empresa presentable y poder venderla. Técnicamente, cualquier potencial interesado en comprar La Polar, va a preferir una empresa menos apalancada. Pero esa no es la única variable: el valor de una empresa está en la capacidad de generar flujos en el largo plazo y para La Polar esto se traduce en recuperar sus márgenes operacionales".

Mayor dificultad

El funcionamiento del negocio es lo que precisamente genera la duda. En 2011, cuando se presentó el convenio judicial preventivo, la panorámica de futuro que tenía el retailer era completamente diferente a lo que resultó ser hoy.

De acuerdo a una presentación realizada por la compañía en esa época, para 2014, el proyecto Colombia debía contar con 15 tiendas, equivalentes a 82.000 m2, y generar ventas por US$ 161 millones.

El negocio en Colombia, además es prenda de los acreedores, por lo que tomar la decisión de cerrarlo -anunciada a fines de febrero de este año- no fue fácil para la administración actual, considerando además que existió una oferta de Ripley para adquirirlo y que fue desechada.

A juicio de Diego Torres, lo que le resta ahora a La Polar es concentrarse en el mercado local para generar caja y cumplir con las metas establecidas en el Plan Aconcagua. Una de ellas es, a 2014, lograr ventas de 10UF por metro cuadrado de tienda. "Si una empresa, después de haber hecho un pacto con sus acreedores, dice que no va a poder pagar lo que repactó, siendo que más del 55% de la deuda no paga intereses (se paga a vencimiento en 20 años más), eso significa que las perspectivas del negocio no están andando tan bien. Por ende, la motivación de los acreedores o de los bonistas, va a estar en función de la capacidad de dar vuelta el negocio", comentó.

Durante la jornada, la acción de La Polar subió 4,13%, quedando el papel a un precio de $ 49.98. Para Torres el movimiento sólo responde a las expectativas respecto a cómo sería la propuesta, pues aún no se conoce nada concreto.

La junta de accionistas de La Polar está convocada para el 30 de abril. César Barros iría nuevamente por la presidencia del directorio, e ILC debutará llevando un director a la mesa, luego de adquirir CorpVida y CorpSeguros, que en conjunto suman el 10% de la propiedad.

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