Aeropuerto: frágil seguridad permite llegar a pasos de los aviones

Recorrido realizado por La Tercera arrojó cinco puntos vulnerables de la terminal aérea. Dirección de Aeronáutica indicó que en el recinto hay zonas públicas y el ingreso a la pista es delito.




A poco más de 48 horas de que se concretara el robo más cuantioso de la historia de Chile, donde un grupo de delincuentes sustrajo seis mil millones de pesos desde la losa del aeropuerto de Santiago, un equipo de La Tercera realizó un recorrido por las inmediaciones y el interior de la terminal aeroportuaria, detectando sectores donde quedó en evidencia fragilidad en la seguridad  en el sector perimetral del recinto, lo que permitía quedar a menos de 50 metros de la losa donde están los aviones.

El comienzo del trayecto por las más de 700 hectáreas que tiene la instalación -que en su mayoría no cuenta con cámaras de seguridad-, arrojó que el primer punto vulnerable se encuentra en calle Aviador David Fuentes. En las cercanías de la torre de control existen unos galpones de una línea aérea, cuyo acceso se encontraba liberado, a pesar de existir una caseta de seguridad que estaba vacía. Al final de la calle de servicio hay una reja de 180 centímetros, afirmada de un tubo plástico, la única separación con el sector de carga de los aviones. Luego de estar 10 minutos, ningún equipo de vigilancia llegó.

El segundo punto está en el sector Aerocardal, en un hangar que está en construcción. El lugar, que tiene dos entradas. Al avanzar se puede llegar a pocos metros de la pista de aterrizaje. Una malla de plástico no superior a los 170 centímetros es la única protección.

También en Aerocardal, está el tercer punto. En una esquina que da a un galpón con aviones hay un forado en la reja metálica cercano al metro de altura.

La cuarta zona vulnerable está en las instalaciones del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), mismo lugar por donde ingresó el martes el furgón con los delincuentes a concretar el millonario atraco. Se entró al primer control, cuya reja no tenía candado ni estaba cerrada. Camino a la segunda  verja, una funcionaria  salió a pedir la identificación correspondiente y bloqueó el paso. En las inmediaciones del recinto, bordeando la  calle Miraflores, se ve una serie de árboles pegados a la reja, los cuales se pueden utilizar para acceder a la pista que está a 100 metros de ese punto.

El ex jefe de seguridad pública de la Intendencia, David Rozowski, que también había realizado el mismo trayecto por el perímetro, señaló que es una situación grave para un aeropuerto internacional. "No hay seguridad en las inmediaciones y hay infraestructura que está en mal estado. Son las mismas rejas que usan las concesionarias para que la gente no cruce. No hay cámaras, ni alarmas que avisen cuando alguien traspasa", comentó. Agregó que "debe existir una coordinación mayor, un organismo que coordine la seguridad, porque acá hay muchos actores dispersos y que no tienen la experticia".

DGAC DA SU VERSIÓN

Ricardo Gutiérrez, secretario de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), servicio a cargo del resguardo del perímetro y la losa, sostuvo en que el aeropuerto "tiene varios tipos de aéreas. Hay algunas que son públicas, donde nadie lo va a detener. Si quiere ingresar al sector de la pista, lo va a parar personal de seguridad, pues es un delito. También hay ubicaciones donde las líneas  aéreas tienen la concesión temporal y ellos deben tener la vigilancia correspondiente", expresó. La autoridad dijo que hay falencias y que están trabajando para mejorar la seguridad. "No podemos tener gente en el perímetro completo de la pista, no alcanzaría (...) Es imposible construir un fuerte en el aeropuerto".

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