Alexis fue alma, Vidal compañía

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Más tirado por la izquierda, el Rey fue un buen aliado para que Bayern fuera superior en el medio. El tocopillano tuvo un desempeño sobresaliente, pero fue casi el único punto alto de Arsenal.




Era frenético. Sin la pelota y aguantando el dominio del rival, Alexis corría de lado a lado. Buscaba que alguien le diera un guiño, una señal para moverse con una intención que fuera más allá de un amago de llegada. Recién a los 18' casi queda en posición de gol. Pero el juez cobró una posición de adelanto que, al ser tan cercana al territorio de Arsenal, era una fotografía perfecta del partido.

En cambio, Vidal no se mataba en velocidad. Su equipo tenía la pelota, y él buscaba el espacio perfecto para ser parte del circuito. Y, durante todo el pleito, tocó el balón mucho más que el otro chileno de la cancha. A los 8' se atrevió con un remate bien contenido por Ospina, pero poco a poco empezó a preocuparse mucho del juez Milorad Mazic. Alexis, también. De hecho, tras una empujón de Hummels afuera del área, el chileno aprovechó que el árbitro no entendía español para insultarlo. "Conchetumadre", se entendió claramente a través de la señal televisiva.

Maravilla, en la segunda parte del primer tiempo, se instaló del centro hacia la derecha de su ataque, donde se encontró con mayor frecuencia con Vidal. Con Hummels quedaba mano a mano para los contragolpes, y parecía ser el único que complicaba. Con el penal, eso sí, sufrió un poco. Lo pateó muy al medio hacia el cuerpo de Neuer, que lo esperó hasta el final. Su derechazo cruzado, entremedio de seis hombres del Bayern, calmó su rabia por el lanzamiento fallido. Eso sí, siguió frenético. Tres minutos después de su gol, se ganó una amarilla. No aguantó que Javi Martínez exagerara una falta, y lo empujó cuando estaba en el suelo. Eran los mejores minutos de Arsenal, y el 7 estaba encendido. Su compatriota, en tanto, era parte el batallón que buscaba frenarlo. Y no se metía a esperar un cabezazo cuando los bávaros desbordaban. A los 35', le reclamó, algo airado, a David Alaba que no centrara hacia atrás cuando estaba solo en la media luna. A la jugada siguiente, se metió por el segundo palo para habilitar a Lewandowski, quien no pudo marcar.

Pero toda esa esperanza de Arsenal quedó en esos 20 minutos en los que Arsenal se ilusionó. Bayern Múnich hizo sobresalir su superioridad colectiva, y Lewandowski se encendió con su cabezazo y un pase gol a Thiago Alcántara magnífico. Y Vidal, con eso, se soltó. A los 55' le trabó muy bien un balón a Sánchez cuando se empezaba a meter al área, y a los 68' sacó un remate de media distancia que fue muy bien contenido por Ospina. El Rey estuvo cerca de marcar, y terminó en un buen nivel. Como el resto de su elenco.

Alexis, al final, ya no quería más guerra. Correteaba a todo Bayern, sacaba centros para Walcott, se movía...pero ya estaba todo cocinado. El ingreso de Giroud provocó que se corriera hacia la izquierda, pero no fue trascendente. Y fue espectador de lujo cuando parecía ser el único de Arsenal que añoraba con ser protagonista.

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