Alexis Sánchez: "Quiero entrenar más de la cuenta, pero Wenger no me deja"

Alexis Sánchez sigue siendo un referente en Arsenal, pese a su sequía goleadora en el conjunto londinense. El futbolista chileno fue uno de los únicos destacables en la última derrota de su equipo ante Mónaco por la Champions League. El nacional lamentó la caída ante los franceses, pero reconoció que el rival fue superior.

"Entramos muy confiados y eso nos pasó la cuenta. Los partidos de Champions son especiales, el Mónaco tenía más ganas de ganar que nosotros", señaló el atacante en Fox Sports.

Al mismo tiempo, Sánchez habló sobre su relación con el técnico, Arsene Wenger y del entusiasmo que él pone en cada práctica. "Quiero entrenar más de la cuenta, pero él no me deja. Trataré de hacerle caso. Es un ejemplo para todos los chicos y tiene mucha experiencia".

El ex Udinese además reconoció que la eliminación ante Brasil de la última Copa del Mundo aún es un recuerdo amargo. "El Mundial me dejó con ganas de llegar más lejos. Estuvimos a punto con Brasil. Es una espina clavada; estuvimos a punto de dejar a Brasil eliminado en su casa. No pude dormir en toda la noche y todos los compañeros estaban muy tristes, muy mal. Es un recuerdo negativo, pese a que nos ganamos un respeto a nivel mundial. Hoy hay que seguir mejorando y mantener ese respeto".

En esta misma línea, Sánchez aseguró que será fundamental en la próxima Copa América mantener ese buen nivel mostrado en Brasil 2014: "Al equipo que le toque con nosotros le va a costar mucho. Pero no decimos que la Copa la tenemos ganada. Ser anfitriones nos puede jugar en contra".

Además, el chileno también recordó su paso por Barcelona y las ansias de triunfo que tenía el cuadro catalán. "Es fundamental tener ambición ganadora en el fútbol. En Barcelona siempre querían hacer lo mejor. Sentí la amistad del grupo que había y eso fue lo más lindo que quedó".

Por último, el delantero también tuvo palabras para referirse a su estadía en River Plate y narró las bromas que sus compañeros le hacían por su forma de hablar: "Tenía 17 años, era un niño chico y sólo quería jugar al fútbol. Fue todo muy entretenido y estoy muy agradecido del grupo que tenía. Mis compañeros me decían: 'No te vamos a hablar si no hablas argentino'. También me obligaron a tomar mate... lo pasé genial".