Andrés Allamand: "La reforma tributaria del gobierno tiene mucha letra chica"
Aunque anticipa que aprobará idea de legislar -marcando diferencias con la postura anunciada por la UDI-, advierte reparos en la discusión en particular. R Ex ministro cuestiona la inclusión de alzas en algunos gravámenes que no habían sido anticipadas por el gobierno.
Acuñando un concepto que la Concertación utilizó de manera recurrente para cuestionar varios de los proyectos que el gobierno de Sebastián Piñera envió en su minuto al Congreso, el senador de RN, Andrés Allamand, aborda los alcances y efectos de la reforma tributaria impulsada por el Ejecutivo.
¿Hay espacio para que la derecha pueda influir en la reforma considerando la mayoría parlamentaria del oficialismo?
La centroderecha va a tener que influir con la fuerza de sus argumentos, porque no contamos con los votos en el Congreso, eso implica una actitud propositiva, constructiva y la voluntad de participar en todos y cada uno de los debates. Nada peor para la centroderecha que una actitud de atrincheramiento o negativa. La profundidad y el contenido de los debates que vamos a tener en el ámbito tributario, educacional y constitucional va a ser mucho mayor que el que ha habido, quizás, en los últimos 25 años.
¿No se contraviene eso con la decisión de la comisión política de la UDI que aconsejó votar en contra la idea de legislar?
Nosotros en RN vamos a votar a favor la idea de legislar. A partir de ese planteamiento podemos influir más significativamente en el contenido de la misma. De partida, hay que asumir que, como ha ido quedando al descubierto, la reforma tributaria del gobierno tiene mucha letra chica.
¿En qué se traduce esa letra chica?
Siempre se habló de un aumento del impuesto de primera categoría al 25%, pero en la práctica ese aumento va a ser al 35%. Esto, porque hay aumentos, como ocurre en el caso de las industrias del pisco y del vino, de las viviendas, del azúcar, que en la práctica van a afectar significativamente a esos sectores económicos y van a ser una fuente de desempleo. En la propia Nueva Mayoría hay parlamentarios que han iniciado el, entre comillas, desmarque de estos aspectos particulares. El senador Jorge Pizarro ya señaló que va a votar en contra de medidas que afecten a la industria pisquera y entiendo que hay parlamentarios de la Quinta, Sexta y Séptima que están en la misma posición.
Algunos en la centroderecha han señalado que afecta a la clase media.
Insisto, el proyecto tiene mucha letra chica. Por ejemplo, hay una norma conforme a la cual los propietarios de una segunda vivienda, que habían adquirido como inversión o para efectos de generar renta, ahora van a tener que pagar en caso de vender tales propiedades. Esa es una norma de la cual nunca se había hablado y que afecta no a grandes inversionistas, sino a muchas personas que adquirieron esforzadamente esa segunda vivienda. Vamos a aprobar la idea de legislar, pero vamos a intentar depurar de la letra chica.
En su sector señalan que no conocen qué proyectos educacionales financiará la reforma.
El debate educacional es una gran oportunidad para que las ideas de la centroderecha vuelvan a ganar terreno. Es evidente que durante los últimos cuatro años retrocedimos no sólo política y electoralmente, sino también en el terreno de las ideas. Tenemos principios muy importantes que defender en materia de educación: que exista una educación pegada a los valores de libertad, pluralismo y diversidad (...) abogar para que no continúen las injustas y odiosas discriminaciones que existen para las ayudas estudiantiles, becas y créditos entre los estudiantes de universidades estatales, privadas y centros de formación técnica e institutos profesionales. Si va haber efectivamente gratuidad, ésta tiene que cumplirse con estricta sujeción a la vulnerabilidad social de los estudiantes y no en consideración a la universidad en que están matriculados.
Considerando los votos de Amplitud, RN acordó exigir un piso mínimo de acuerdo para incorporarlos en la Alianza. ¿Cuál es su postura?
La coordinación legislativa va a ser siempre importante tanto en la Cámara como en el Senado. Desde el punto de vista general creo que sería positivo que Amplitud y Evópoli resolvieran constituirse legalmente como partidos políticos, pero es una decisión que aún no han asumido. Esa es una materia que le corresponde resolver a las directivas.
Desde la Alianza criticaron que el gobierno anunciara el retiro de algunos proyectos del ex Presidente Piñera.
El retiro de los proyectos, que no es una posibilidad propiamente legislativa, es más una señal política que otra cosa, a la que no le atribuyo mayor importancia práctica. El gobierno perfectamente podría haber dejado los proyectos que no eran de su agrado durmiendo y no habría pasado nada. Lo importante para mí no es si se retiran o no los proyectos, sino cuál es el contenido de los que el gobierno sí está dispuesto a impulsar.
Carlos Larraín ha realizado gestiones para una mesa de consenso entre Monckeberg y Chahuán. ¿Qué le parece esa opción?
Me gustaría que existiera una mesa de consenso entre Cristián Monckeberg y Francisco Chahuán, pero entiendo que a estas alturas resulta muy poco viable. Creo que vamos a tener una competencia en los mejores términos y que va a dejar en evidencia la importancia que tiene el partido. Hace algunos meses, muchos anticipaban una virtual crisis que hoy se ve despejada, porque si hay tanto interés por presidir RN es porque se trata de un partido importante.
Chahuán recibió el apoyo de Cecilia Pérez y Bruno Baranda, ¿cree que la elección se ha "piñerizado"?
No tengo ningún comentario que hacer de cómo se han conformado las listas.
Algunos ven una influencia del piñerismo...
No tengo ningún comentarios que hacer, insisto.
Usted no se ha definido formalmente por ninguno de los dos. ¿Le convence más Monckeberg?
Como he señalado en diversas oportunidades, creo que Cristián tiene todas las condiciones para ser un muy buen presidente de RN.
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