Andrés y Francisco Ducasse, regatas de kilos y parientes

Diversos motivos forman una dupla de veleristas. Ambiciones, edades y realidades de vida son factores, pero a veces incluso el físico determina esa unión. Para los hermanos Andrés (23) y Francisco Ducasse (19), la similitud en ese aspecto fue fundamental para juntarlos en la clase 470 desde el año pasado. Y meses después, ya se vieron juntos con boletos olímpicos en sus manos.

“Nuestra disciplina es muy específica en el equilibrio de peso, y la unión ideal no es fácil de encontrar. Con otros hermanos no se daba esa combinación”, cuenta el hermano mayor. La balanza, de hecho, ha sido todo un tema. “Andrés lleva el timón, y debe tener fuerza  abdominal y en el tren superior para llevar el bote en una línea. Francisco va atrás, y debe estar colgado para hacer contrapeso. Por eso, trabaja más su tren inferior. Además, Andrés debe bajar de peso y Francisco debe subir el suyo”, explica el PF Claudio Basualto. “No es tema de reglamento, pero sí de rendimiento. Con un balance en ese aspecto, navegamos mejor. Mido 1,70 y estoy pesando 66, mientras mi hermano mide como 1,78 y pesa 71. Es lo óptimo”, detalla el timonel.

El esfuerzo de ambos se inserta en una intensa agenda, que alterna 15 días en Chile y uno o dos meses afuera. Entrenan seis días a la semana, navegando cuatro horas diarias, más una hora y media de preparación física previa y una hora después. Sumando charlas técnicas, son ocho horas de preparación al día. Mientras están en Santiago, realizan tres horas diarias de gimnasio.

Y los kilogramos no son lo único que deben coordinar. “Los barcos son muy livianos, y cuando cargo hacia un lado y mi hermano hacia el otro, el barco frena. Entonces aceleramos coordinando movimientos. Te juro que parece que estamos haciendo ballet”, relata Andrés.

“Nuestras funciones en el bote están bien distribuidas, y Francisco tiene muy buena lectura de las regatas. Por eso tenemos una rápida toma de decisiones”, cuenta cuenta el mayor de los Ducasse. El sueño de la dupla es el Top 10 olímpico tras cosechar puestos como el 18º entre 50 botes de la Copa del Mundo de Miami y el 30º de 120 duplas en un Campeonato Europeo.

“Siempre quisimos incluir a nuestros familiares. Mi papá es nuestro representante, mi mamá nos apoya siempre, un hermano se encarga de las redes sociales y otro de la página web”, expresa Andrés, quien alarga el apoyo personal a un grupo familiar.

“Tuvimos muy pocos campeonatos el año pasado, así que vivimos con Sofía Middleton y Nadja Horwitz (dupla nacional de la clase 470 femenina) en  Buenos Aires durante prácticamente todo un semestre y siempre entrenamos juntos”, cuenta Francisco.

“Cristóbal Grez fue nuestro primer entrenador y nos introdujo en la vela competitiva. Vivimos con él y su hermano  en Río durante nuestra preparación allá, compartimos entrenador con Sofía y Nadja... Se ha formado un buen equipo. Navegamos juntos desde los 10 años y trazamos juntos nuestros caminos. Nos ayudan mucho en la motivación y a compartir informaciones ”, agrega el mayor de los Ducasse, ansiosos por su primera experiencia olímpica.