Annan gestiona ayuda de Irán e Irak para la crisis siria

El enviado internacional de la ONU y la Liga Árabe Kofi Annan apeló hoy a los aliados regionales de Damasco, Irán e Irak, para asegurar apoyo a su tambaleante plan de paz a fin de poner fin a la crisis siria que ya cumple 16 meses.

Después de reunirse con altos funcionarios iraní­es en Teherán durante el dí­a, Annan viajó a Bagdad para conversar con el primer ministro iraquí­ Nuri al Maliki. La gestión diplomática es parte de la campaña de Annan por rescatar los esfuerzos internacionales para lograr una solución polí­tica al conflicto en Siria, que según los activistas ha dejado hasta ahora más de 17.000 muertos.

Los viajes de Annan suceden a su reunión del lunes en Damasco con el presidente sirio Bashar Assad, durante la cual los dos convinieron un plan paso por paso para contener primero la violencia en las áreas más afectadas del paí­s y después extender el esfuerzo a todo el paí­s.

El enviado de las Naciones Unidas ha promovido una participación más activa de Irán, un estrecho y viejo aliado de Siria que ha suministrado a Assad respaldo polí­tico y militar durante años. Teherán ha mantenido su firme apoyo al régimen desde que comenzó el levantamiento sirio en marzo del 2011.

"Mi presencia aquí­ demuestra que creo que Irán puede desempeñar un papel positivo y por lo tanto deberí­a ser parte de la solución en la crisis siria", dijo Annan a la prensa en Teherán después de reunirse con el canciller iraní­ Ali Akbar Salehi.

Los combatientes contra el régimen de Assad han rechazado cualquier papel de Irán en un plan que, según dicen, tiene pocas esperanzas de tener éxito. Por su parte Estados Unidos ha rechazado la participación iraní­ en las reuniones internacionales sobre la crisis siria.

Irak, por su parte, ha tratado de no tomar partido en el conflicto, aunque Estados Unidos ha manifestado preocupación de que Irán pueda despachar armas y suministros a Siria utilizando el espacio aéreo iraquí­. El canciller iraquí­, Hoshyar Zebari, manifestó la semana pasada que teme que el baño de sangre se propague a naciones vecinas y citó datos de inteligencia de que milicianos de Al Qaida en Irak se dirigí­an a Siria para ayudar a la insurgencia.