Argentina replica a Cameron tras ser acusados de colonialistas por reclamo de Malvinas

El canciller argentino, Héctor Timerman, respondió hoy con ironía a las declaraciones del  premier británico, David Cameron, quien acusó al gobierno de Cristina Fernández de ser "colonialista", afirmando que llama la atención que Reino Unido los califique de esa manera.

"Llama la atención que Reino Unido acuse a un país como Argentina que es víctima de una situación colonial como lo han expresado las Naciones Unidas al definir a Malvinas como una cuestión de soberanía y colonialismo", dijo Timerman desde  El Salvador, en el marco de una gira por Centroamérica, según detalla Ansa.

En la Cámara de los Comunes, el premier británico manifestó que su gobierno "protegerá a la población de las islas, y permitirá que ellos decidan por su futuro".

"Lo que han dicho recientemente los argentinos, diría que es más bien colonialismo, ya que esta gente (los kelpers) quiere  seguir siendo británica y los argentinos quieren que ellos hagan  algo diferente", afirmó el primer ministro.

Por su parte, Timerman reclamó hoy que el gobierno británico "acepte" las resoluciones de Naciones Unidas.

"En lugar de convocar a su Consejo Nacional de Seguridad,  Reino Unido debería llamar a Ban-ki Moon y responder que acepta las múltiples  resoluciones de ese organismo instando al diálogo por la  cuestión Malvinas para alcanzar una solución pacífica", dijo el canciller argentino.

En tanto, según consigna la cadena BBC Mundo, también reaccionó el ministro del Interior de Argentina, Florencio Randazzo quien calificó los dichos de Cameron como "absolutamente ofensivos, sobre todo tratándose del Reino Unido". "La historia muestra claramente cuál fue su actitud frente al mundo", agregó.

Argentina y Reino Unido se enfrentaron en 1982 en una guerra por el control de las Malvinas/Falklands. El país sudamericano reivindica la soberanía sobre el archipiélago.

El mes pasado, los países de Mercosur adoptaron una resolución promovida por Argentina para denegar la entrada a los puertos de los países miembros de los barcos que lleven la bandera de las islas.