Argentina responde a Eyzaguirre y dice que no le está "pidiendo nada" al FMI




El ministro de Economía argentino, Amado Boudou, afirmó hoy que el gobierno no le está "pidiendo nada" al Fondo Monetario Internacional (FMI) y que por lo tanto el organismo no está planteando condiciones, como por ejemplo una revisión de sus cuentas públicas y la normalización de estadísticas.

"No le estamos pidiendo nada" al FMI, por lo tanto "no nos están poniendo condiciones", señaló el jefe del Palacio de Hacienda, quien subrayó que dejó "muy en claro que la política económica y monetaria de la Argentina la decide la Argentina".

Boudou reaccionó así a las declaraciones que hizo el director del Departamento del Hemisferio Occidental del Fondo, Nicolás Eyzaguirre, en Buenos Aires, acerca de la necesidad de auditar las cuentas públicas, transparentar los cálculos de las estadísticas económicas -que se sospechan manipuladas- y alentar la inversión para reanudar el proceso de crecimieno y reducir la inflación.

El gobierno argentino mantuvo este miércoles la primera reunión oficial con un enviado del FMI desde 2006, después de que el entonces presidente Néstor Kirchner (2003-2007) saldara la deuda con el organismo multilateral de crédito. Desde entonces, el Fondo no volvió a realizar una auditoría en el país sudamericano.

Eyzaguirre destacó que la revisión de las cuentas públicas "es la base" para recuperar la confianza mutua y que se aguarda la convocatoria del gobierno nacional. "Ante el llamado de la autoridad argentina, acudiremos. Pero no hemos tenido ningún requerimiento oficial", sostuvo el funcionario.

"Sin una conversación con la contraparte, estamos imposibilitados de tener una opinión de los desafíos y oportunidades que tiene Argentina", agregó.

El ministro de Economía argentino aseguró que el país está "en situación holgada" para enfrentar sus obligaciones de pagos de deudas. "Este año vamos a terminar pagando un poco más de 20.000 millones de dólares en vencimientos que muchos análisis consideraban críticos y que era muy difícil superar, pero se pudo hacer frente", remarcó.

"Argentina, en un momento en que no necesita financiamiento, quiere llevar la discusión institucional para participar del Fondo en estos términos", declaró Boudou, quien sin embargo remarcó su interés en regresar a los mercados internacionales de crédito, a los que no accede desde la crisis de finales de 2001, cuando declaró en cesación de pagos su deuda pública.

Todavía mantiene una deuda en "default" con el Club de París, por unos 6.000 millones de pesos, según calcula el gobierno argentino, y debe resolver la situación con los tenedores de bonos ("holdouts") que en 2005 no aceptaron la reestructuración de la deuda en cesación de pagos.

Los analistas advierten que el contexto recesivo de la economía y la disminución del superávit fiscal obligarían al gobierno a acceder a mercados externos para conseguir financiación para afrontar los compromisos de deuda en 2010.

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