Ascanio Cavallo es nombrado miembro de la Academia de la Lengua

"Este es el honor máximo", dijo.Crítico de cine desde sus primeros años universitarios, a mediados de los 70, el periodista Ascanio Cavallo también ha sido uno de los sabuesos más duros investigando los callejones de la clase política chilena de los últimos 40 años. Director de medios como el diario La Epoca y la revista Hoy, fue nombrado miembro de número de la Academia Chilena de la Lengua.

Director de la agencia Tironi Asociados, columnista político de La Tercera y crítico de cine de El Mercurio, Cavallo fue incorporado a la organización en la sesión del pasado 2 de septiembre por su "gran trayectoria periodística, su sentido ético y su cuidadísimo uso del idioma", según el director de la academia, Alfredo Matus.

El periodista se suma a un grupo de 36 miembros de la academia, en el que también están escritores, académicos y filósofos, como Jorge Edwards, Egon Wolff, Armando Uribe, Carla Cordua, Adriana Valdés y Oscar Hahn, entre otros. Cavallo ocupará el lugar que dejó el escritor y periodista Guillermo Blanco, muerto en 2010.

"Para alguien que ha dedicado la mayor parte de su carrera al periodismo escrito, esto es el honor máximo, no hay nada más allá", dijo Cavallo. "Se da la circunstancia, además, que ocuparía el sillón de Guillermo Blanco, a quien siempre he reconocido como uno de mis grandes maestros. Soy un gran admirador de su obra literaria y también de su periodismo. Sobre todo, valoro su conexión con el lenguaje, que fue lo que me enseñó", agregó.

Autor o coautor de libros como La historia oculta del régimen militar, Historia oculta de la transición y Huérfanos y perdidos. El cine chileno de la transición, Cavallo publicó este año Historia de mi madre muerta, un sorprendente relato autobiográfico sobre la vida privada y social de su madre. Llega a la Academia de la Lengua para "velar por la pureza y el esplendor de la lengua española", y en su calidad de miembro de número, tiene voz y voto ante las resoluciones del organismo.