Así piensa el nuevo Congreso: Sin piso para la Asamblea Constituyente
A pesar de que hay mayoría en ambas cámaras a favor de aprobar un mecanismo para elaborar una nueva Constitución, la AC no tiene respaldo mayoritario para ser la forma en que se renueve la Carta Magna.
El Congreso con la mayor renovación de rostros desde 1990 tiene algo bastante claro: quiere evitar las largas permanencias de parlamentarios en sus mismos cupos. El 58,1% de los senadores y un alto 81,9% de diputados votaría por limitar las reelecciones, algo que es transversal a todos los bloques políticos y que, en el caso del Frente Amplio, logra la unanimidad.
Igualmente es unánime en el FA el respaldo a realizar una asamblea constituyente, algo que también pasa en el eje del PPD, PS, PC y PRSD: sólo un senador de todo ese bloque se opone a la idea. Sin embargo, no existe mayoría absoluta por tres factores: en Chile Vamos hay unanimidad para rechazarlo en senadores -hay tres votos a favor en diputados-, en la DC la postura mayoritaria de sus parlamentarios es de rechazo y es uno de los temas donde más legisladores se abstuvieron de fijar una posición concreta. Con todo, sí existe un importante respaldo, como concepto, a aprobar un mecanismo para elaborar una nueva Constitución.
Si las tendencias del nuevo Congreso se traducen en proyectos, podría haber amplios cambios en el sistema político. Entre las áreas con amplio consenso está, por ejemplo, darle una mayor autonomía política a Isla de Pascua -lo que generaría un escenario inédito en Chile-, establecer el voto obligatorio en vez del sistema voluntario y cambiar la actual duración del período presidencial por otro modelo.
Pero hay temas que se prevén que pueden generar choques entre la Cámara y el Senado. Por ejemplo, el 58% de los diputados votaría a favor de disminuirse la dieta, pero la iniciativa en el Senado está aún lejos de conseguir los 22 votos que necesitaría un cambio impulsado por el gobierno en ese tema: sólo hay 15, con un grupo no menor de senadores que no contesta.
Lo mismo ocurre con la idea de cerrar Punta Peuco como una prisión para ex uniformados: en diputados hay una mayoría a favor de dicha postura, pero en el Senado 21 parlamentarios se oponen.
En ambas cámaras no hay mayoría para reducir la edad de imputabilidad penal. Y hay un quiebre entre el Frente Amplio y el oficialismo en el tema de La Araucanía: pese a que el bloque que llevó como abanderada a Beatriz Sánchez señala en masa que los ataques en la zona no se definen como terrorismo, la mayoría de los diputados y senadores están de acuerdo en aplicar la definición, algo en que coincidieron 18 diputados y siete senadores del bloque de la Fuerza de la Mayoría y la DC.
En general, en los temas políticos existe una fuerte disciplina partidaria. Esto ocurre, en particular, en algunos grupos, como el PC y Revolución Democrática, que en varias de las preguntas tienen respuestas unánimes entre todos sus miembros.
Con todo, una nota llamativa es el inesperado y cerrado conflicto que el Congreso podría tener por la ubicación del propio Congreso. Los parlamentarios están divididos entre Valparaíso y Santiago como la ciudad preferida para sesionar; aunque en ningún hemiciclo hay mayoría absoluta, los diputados prefieren levemente el Puerto y los senadores, la capital chilena.
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