Autor de tiroteo en Pittsburgh había planeado ataque meses antes

Las autoridades descubrieron que George Sodini tenía un diario en el que detallaba el ataque.




El autor del tiroteo ocurrido la noche del martes en un gimnasio en Bridgeville, cerca de Pittsburgh, en el estado norteamericano de Pennsylvania, y que acabó con al menos cuatro muertos, llevaba meses planeando el ataque.

Uno de los muertos es el presunto autor de los crímenes, identificado como George Sodini, de 48 años.

Según el diario local "Pittsburgh Post-Gazettete", Sodini tenía pensado cometer un asesinato en masa desde el mes de noviembre.

Las autoridades descubrieron que Sodini tenía un diario en el que detallaba el ataque. "¿Por qué hacer esto?" "¿A chicas jóvenes?", reproduce el rotativo citando frases del diario del autor del tiroteo.

"Tras darme cuenta que el proyecto iba a llevarse a cabo, conservé un diario que lleva todos mis pensamientos y mis acciones", escribió Sodini en su diario.

En rueda de prensa las autoridades encargadas del caso informaron hoy que Sodini llevaba encima cuatro revólveres: utilizó tres de ellos y uno sirvió para suicidarse, según dijo el jefe policial Charles Moffat.

Moffat no quiso hacer comentarios sobre si Sodini tenía una relación personal con alguna de las personas presentes en la clase. Previamente se había indicado que una de las heridas era una ex novia del atacante.

Por otro lado, también añadió que Sodini fue tres veces al gimnasio antes de cometer finalmente el crimen, ocurrido el martes por la noche en medio de una clase de baile formada por mujeres donde llegó a disparar 36 veces. Además de los fallecidos, al menos nueves personas resultaron heridas, y cuatro de ellas se encuentran en estado crítico.

Parece ser que Sodini intentó realizar su plan varias veces, una de ellas en enero. "Son las 8.45 PM: ¡me acobardé!", relata en su diario y añade: "Traje las pistolas cargadas, todo !demonios!".

En total, en el momento de los hechos había unas 70 personas en el gimnasio.

Según informes de los testigos, el atacante ingresó en el gimnasio por una puerta trasera. "No dijo ni una palabra. Entró en el salón como si supiera exactamente lo que quería", dijo Moffat.

El agresor permaneció aproximadamente un minuto en silencio en un rincón. Luego, apagó la luz y comenzó a disparar. "De repente, la gente comenzó a caer", relató una testigo.

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