Bachelet abre foco de críticas por omisiones sobre Constitución y crecimiento

Ayer en la mañana, cuando se acercaba el fin de la cuenta pública de Michelle Bachelet ante el Congreso pleno, algunos colaboradores del gobierno iniciaron un discreto lobby: conversaron con asesores de prensa de partidos políticos para sugerirles que sus parlamentarios destacaran públicamente el llamado de la Presidenta a generar un "acuerdo político amplio" para una nueva Constitución.

Ese concepto está remarcado en el librillo que contiene el texto íntegro del discurso, el mismo que el ministro Jorge Burgos leía atentamente mientras hablaba la Mandataria y que fue repartido durante la jornada por el equipo de La Moneda. Y esa frase fue una de las pocas novedades que transmitió la Mandataria sobre el "proceso constituyente" que anunció a fines de abril, cuyo inicio está programado para septiembre.

En el oficialismo resintieron que la Jefa de Estado no entregara detalles ni explicara en qué consiste ese trabajo, algo que le habían solicitado insistentemente en los días previos. "El 21 de mayo era una oportunidad para aclararlo, pero todavía lo puede hacer", dijo la diputada Camila Vallejo (PC), mientras que su par independiente Giorgio Jackson sostuvo que "nuevamente se chutea la pelota sin tener claridad de cómo se van a zanjar las diferencias constitucionales". Ambos son miembros de la bancada por una asamblea constituyente, cuyos integrantes portaron ayer chapitas con la leyenda "plebiscito ahora". Desde la oposición, el presidente de RN, Cristián Monckeberg, agregó que "es importante que la Presidenta empiece a clarificar qué pretende".

Así, todos los sectores políticos se vieron resignados a recibir solamente señales sobre el mecanismo para elaborar una nueva Carta Fundamental: además del acuerdo político, Bachelet señaló que debe haber un "equilibrio adecuado entre una participación ciudadana realmente incidente y un momento institucional legítimo y confiable". Para el timonel de la DC, Jorge Pizarro, eso fue una "señal política muy potente".

Algunos en la Nueva Mayoría dicen que esto indicaría que se va a desestimar la realización de una asamblea constituyente y que la Presidenta se inclinaría por un proceso que incluya cabildos ciudadanos y la implementación de un plebiscito como parte final del proceso. "Me voy con la impresión de que la Presidenta está pensando en un plebiscito de culminación", comentó el diputado Osvaldo Andrade (PS), mientras que su par Juan Luis Castro agregó que con esto "se disipa la idea de una asamblea". Otros, sin embargo, creen que Bachelet sólo está esperando que se configure un piso político para tomar una decisión.

Otros sectores

Así, el discurso de Bachelet -que inició con una mención a la crisis política generada en los últimos meses- dejó, a juicio de su propio sector, una deuda en materia constitucional, mismo déficit que se extendió a otras áreas. Sectores empresariales cuestionaron una ausencia de medidas concretas sobre reactivación económica y crecimiento (ver página 9), algo que había sido solicitado por la Nueva Mayoría en público y en reuniones privadas con los ministros del comité político. Y desde la oposición también concentraron sus críticas en este tema. "Fue un discurso flojo. No hubo ninguna medida para la reactivación de la economía ni para la generación de empleos", señaló el senador Andrés Allamand (RN).

En este contexto, en el oficialismo dicen que el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, impulsará en los próximos días una agenda de reactivación económica. Y para eso sostendrá hoy, al mediodía, una reunión con el presidente del Senado, Patricio Walker (DC), para abordar este tema.

Otro asunto que generó reparos fue la situación en La Araucanía. Gremios del sector y algunos parlamentarios de la Alianza cuestionaron que la Mandataria -que en ningún momento mencionó el nombre de esa región- no haya abordado en profundidad el conflicto mapuche y que sólo haya anunciado que el último trimestre de este año enviará al Congreso las iniciativas -comprometidas con anterioridad- para crear el ministerio y el consejo de pueblos indígenas (ver página 12).

En otro momento de su cuenta pública, Bachelet dijo que el Ejecutivo trabaja actualmente en perfeccionamientos al proyecto de ley de identidad de género y destacó la aprobación del Acuerdo de Unión Civil para parejas convivientes de igual o distinto sexo, momento en el que dirigentes de movimientos pro diversidad sexual se pusieron de pie y aplaudieron. Al volver a sentarse, Bachelet continuó su discurso y omitió cualquier mención al matrimonio igualitario, una de sus principales promesas de campaña y que está incluida en su programa de gobierno.