Bachelet busca atenuar impacto de propuesta tributaria en fondos de AFP

Fondos de pensiones no pueden emplear como crédito tributario el pago de impuesto corporativo, que subiría de 20% a 25%. Asesores estudian dos fórmulas: reintegrar el gravamen a los fondos previsionales o a las personas, al momento de jubilarse.




El aumento en el impuesto de primera categoría, de 20% a 25%, planteado por la candidata presidencial Michelle Bachelet como parte de su propuesta de reforma tributaria, acarrearía efectos no deseados que sus equipos técnicos están decididos a enfrentar.

Las AFP tienen participación accionaria en casi 100 sociedades anónimas y reciben dividendos anuales por las utilidades percibidas por esas compañías. Pero a diferencia de lo que sucede en el resto de la economía, los impuestos pagados por las empresas donde participan no son susceptibles de ser imputados por los fondos de pensiones como crédito respecto de los impuestos de sus afiliados.

"El sistema integrado que opera en Chile no se aplica en el caso de las AFP, que en tanto administradoras -no dueñas de acciones-, están imposibilitadas de usar ese crédito", señala Juan Pablo Orellana, del estudio Cariola Diez Pérez-Cotapos.

Orellana explica que "cuando las AFP reciben dividendos desde las empresas en las que poseen acciones, éstos corresponden a utilidades que ya pagaron primera categoría. El problema es que ese impuesto no es susceptible de ser utilizado como crédito por nadie, es decir, no se produce una integración del sistema. Por eso, el aumento propuesto afectaría directamente a los fondos de pensiones", dice. A mayo de 2013, dichos fondos superan los US$ 164 mil millones.

Para el abogado y experto tributario de Ernst & Young, Pablo Greiber, la propuesta de Bachelet "no genera un efecto tributario nuevo en relación con las AFP, sino que profundiza una distorsión del sistema que actualmente ya existe". Agrega que con el fin del FUT y el paso a un esquema tributario sobre base devengada, se hará imposible, en el caso de una sociedad anónima abierta (SAA), que tiene participación en múltiples filiales y subsidiarias, determinar qué porcentaje de utilidad llega a cada uno de los accionistas y por ende, en qué tramo de Global Complementario se encuentra cada uno.

Dada esa dificultad, dice Greiber, las empresas deberán pagar la nueva tasa del 25%, más un 10%. "El cheque al Fisco que tendrán que hacer las SAA será por 35%, sobre el total de las utilidades que generen".

Con ello, agrega, "se producirá un doble perjuicio a favor del Fisco: el impuesto de 35% pagado por la empresa subsidiaria no podrá será aprovechado por el pensionado y, además, por la pensión que reciba, la que ya está financiada con dividendos que tributaron sobre el Global Complementario, deberá pagar, nuevamente, ese impuesto".

FORMULAS

En ese contexto, Michael Jorratt, integrante del equipo de reforma tributaria de Michelle Bachelet, reconoció que trabajan en mecanismos que permitan compensar estos efectos. "Estamos analizando alternativas para enfrentar este tema", sostiene Jorratt, quien si bien señaló que "no hay aún una decisión tomada", adelantó dos.

La primera es que el Fisco restituya directamente a las AFP, ya sea completa o parcialmente -el total del impuesto (25%) o sólo el margen de aumento previsto (5%)-, el impuesto de primera categoría que pagaron los dividendos. La segunda, más difícil de llevar a la práctica, dice, buscaría que al momento de jubilar se pueda otorgar al pensionado un crédito tributario proporcional al impuesto de primera categoría pagado durante el período en que fue cotizante.

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