Bergoglismo
Su particular lenguaje le valió tener un diccionario propio y en Twitter sus mensajes son más compartidos que los de Barack Obama. Francisco tiene el don de la palabra.
"Por favor, no balconeen la vida, métanse en ella. Jesús no se quedó en el balcón". Con esas palabras, el Papa Francisco se dirigió a los dos millones de peregrinos que llegaron a escucharlo en la playa de Copacabana en 2013. Quizás más de alguno se preguntó a qué se refería con balconear, un término popular entre los argentinos, cuyo significado es observar o mirar el paso de la gente desde un balcón, sin ser el protagonista. La frase hacía alusión a que las personas no deben ser meros espectadores si quieren seguir un camino apegado a la religión.
Este es un reflejo del lenguaje informal y cercano que ha usado el Pontífice durante su período al mando de la Iglesia Católica, que hoy está impregnado de argentinismos, con algunos términos del lunfardo porteño, jerga de la Capital Federal y los alrededores de Buenos Aires. Es por esto que periodistas y estudiosos, junto con el Vaticano, han creado el diccionario de Bergoglismos, en honor a su nombre, Jorge Mario Bergoglio, donde se recolectan todas las frases y palabras que han traído más de un dolor de cabeza al Vaticano.
"Para nosotros, como latinoamericanos, no nos significó un gran problema por la cercanía, pero para el resto ha sido muy difícil de descifrar", señala Felipe Herrera, director nacional de comunicaciones de la visita del Papa a Chile, quien enfatiza en el desafío que han enfrentado europeos o angloparlantes al querer traducir estas palabras, pero que, a la vez, también "ha sido un modo de sentir más cercano a Francisco" para los que habitan desde México al sur.
Otras características de las frases del Pontífice, y que son propias de los futbolizados argentinos (Bergoglio es hincha de San Lorenzo de Almagro), son sus referencias a este. Frases como "si cada uno enciende su luz, el estadio se ilumina" o "los discípulos de Jesús sudan la camiseta" son recurrentes en sus discursos por el mundo.
A partir de la visita que el Papa realizará a Chile entre el 15 y el 18 de enero de 2018, la Iglesia local creó un documento de 94 páginas orientado a destacar esta faceta de Francisco y que está disponible en la página oficial www.franciscoenchile.cl
#PapaTuitero
Una estrategia de la Iglesia Católica para mantenerse vigente y actual es utilizar las redes sociales. La cuenta oficial del Papa en Twitter (@Pontifex) tiene más de 16 millones de seguidores y ocho versiones en idiomas como italiano, español, árabe y alemán. No es todo, la visita de Francisco a Chile tiene una cuenta oficial: @ElPapaEnChile, que suma más de tres mil seguidores.
El primero en usar la cuenta @Pontifex fue el Papa Benedicto XVI en noviembre de 2012, obteniendo en 24 horas más de medio millón de seguidores. Un mes después lanzó su primer mensaje en 140 caracteres: "Queridos amigos, me uno a vosotros con alegría por medio de Twitter. Gracias por vuestra respuesta generosa. Os bendigo a todos de corazón".
Desde que el Papa Francisco la heredó bajo su pontificado, esta cuenta ha batido nuevos récords y el Pontífice todos los días escribe un mensaje. Con su primer tuit, fechado el 17 de marzo de 2013, sumó 10 mil seguidores en una hora y la cuenta en español sobrepasó los 40 mil retuiteos.
Es por esa razón que la revista Forbes calificó al Pontífice como un auténtico fenómeno mediático, no sólo por su número de seguidores en la red, sino también por la influencia de sus mensajes y la visibilidad que acompaña cada una de sus intervenciones. El estudio realizado por Reputation Metrics, que es un proyecto especializado en medir el impacto mediático de personalidades públicas, informó que el Papa Francisco es el líder internacional más influyente en Twitter: a pesar de que Barack Obama tiene más seguidores, sus mensajes no son tan retuiteados como los del Pontífice.
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