Berlusconi: "No cambio, los italianos me quieren así"

El primer ministro italiano dijo, además, la verdad siempre sale a la luz y las mentiras se descubren.




El primer ministro de Italia, Silvio Berlusconi, aseguró hoy que los italianos le quieren como es, insistió en que contra él se han vertido "calumnias" y afirmó que "la verdad siempre sale a la luz" y las mentiras se descubren.

Berlusconi hizo estas declaraciones en una conferencia de prensa en la localidad de Coppito, una de las zonas afectadas por el terremoto que devastó la región de Los Abruzos, en el centro de Italia, el pasado 6 de abril.

"No cambio, los italianos me quieren así. Cuento con un apoyo del 61 por ciento. Sienten que soy generoso, sincero, leal y que mantengo las promesas", manifestó.

Preguntado sobre la polémica que han levantado las declaraciones de diversas jóvenes que aseguran que recibieron dinero por ir a sus fiestas, el primer ministro se defendió diciendo que se trata de "calumnias y de basura".

Señaló que la única manera en que uno puede comportarse ante estas situaciones es bromeando y añadió: "No sé qué pueden inventarse todavía. Todo será desmentido. La verdad sale siempre a la luz".

Berlusconi indicó que no sabe si denunciará a los medios de comunicación que han sacado esas supuestas "calumnias".

Aseguró que el escándalo suscitado por las grabaciones presentadas por Patrizia D'Addario, una de las jóvenes que supuestamente acudieron a sus fiestas, no le llevará a endurecer los controles para los huéspedes de sus residencias.

"En mi presencia no sucede nada que no sea normal o que sea inmoral. Mientras yo esté, no confiscaré un teléfono móvil a uno de mis huéspedes (...) No habrá más controles. La vida es bonita así", añadió.

Sobre las afirmaciones hechas por D'Addario de que el primer ministro le había prometido ayuda para agilizar los trámites en la construcción de un hotel en la provincia de Bari, Berlusconi se limitó a decir: "¿Crees que yo podría meterme en eso en una provincia gobernada por la izquierda? Tendría que estar loco".

El jefe del Ejecutivo calificó a esas chicas de "intrusas de falsa apariencia que, invitadas por un huésped, se maravillan de lo que ven" y admitió que se había equivocado al elegir a esos invitados, pero "son cosas que suceden, considerando los centenares de personas que se sientan" a su mesa.

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