El bicampeón sufre: Unión le da otro golpe a la UC
Los hispanos se impusieron por 2-3 en San Carlos. Los cruzados suman tres derrotas y sólo una victoria en el Clausura y se llenan de dudas en el torneo.
Cómo explicar lo que sucede con Universidad Católica. El equipo dominante, el protagonista, el dinámico... el bicampeón. Cómo explicar su pésimo inicio del Clausura, con tres derrotas y apenas un triunfo. Cómo explicar que Unión Española, el mismo elenco que fue humillado en La Paz, se sacó los balazos de su eliminación copera en la misma casa de los cruzados, con un triunfo por 2-3.
Mario Salas busca respuestas. Hace rato ya. Y no llegan, por más cambio de esquema y nombres que haga el entrenador de la UC. Lo cierto es que los rendimientos individuales distan mucho de la brillantez con que los estudiantiles terminaron el campeonato anterior. Hay jugadores cuya titularidad, al menos, merece una revisión profunda del cuerpo técnico.
El caso de Enzo Kalinski, por apuntar a uno. El argentino gravita la nada misma en un mediocampo donde los volantes de contención (o mixtos, se supone) son fundamentales. Ahí está el equilibrio que hoy Católica no tiene. Ahí está el trajín, donde, por ejemplo, ayer se lució Felipe Seymour, el incansable motor espiritual de los rojos.
En su cambio de esquema (3-4-1-2), Salas optó por mantener en el once al ex San Lorenzo y sacar a César Fuentes, quien efectivamente tampoco tuvo un gran nivel en los partidos anteriores. Eso sí, tratando de tapar muchos más espacios que antes, debido a la poca colaboración de su compañero de faenas. Con Kalinski, pero sin Fuentes, la zona media cruzada siguió mostrando los mismos ripios. Carlos Lobos, en ese sentido, no era la solución.
Unión hizo un partido inteligente. No se desesperó, cedió el control de la pelota, como indican las estadísticas. Quizás sabía que siempre podía encontrar el espacio para hacer daño. Principalmente cuando la pelota pasaba por los pies de Pablo Aránguiz, el juvenil endiablado que cada vez se consolida más en el cuadro de Palermo. Anotó el primer gol (22') y mientras estuvo en el terreno fue un problema sin solución para el local.
El primer tiempo acabó con la diferencia mínima. Pudo ser mayor la ventaja, aunque no es menos cierto que el Mono Sánchez hizo un muy buen primer tiempo. Y ahí se encuentra el otro problema de los cruzados: la falta de contundencia que hasta hace poco le sobraba. Ya van cuatro partidos, varias ocasiones y ningún gol anotado. El rendimiento de Santiago Silva como reemplazante de Nico Castillo ha dejado mucho que desear. El tiempo de espera se le venció.
Si hasta Buonanotte se contagió. El Enano no tuvo la lucidez de otras jornadas y muchas veces cayó en el reclamo fácil frente a faltas que no eran tal.
Aún así, la luz de esperanza se les encendió a los anfitriones en el inicio del complemento. Primero con el golazo de Cordero y después con el tanto muy afortunado de Roberto Gutiérrez. Ahora sí que sí, pensaban los hinchas universitarios. Fue el emblema, sin embargo, el capitán, quien regresó la oscuridad. En una jugada inentendible, Cristián Álvarez envió el balón a propio arco: 2-2, a los 53'.
No hubo tiempo de afirmarse y cinco minutos después, Fernando Meneses generó más miseria en la UC, al cerrar otra jugada brillante de Aránguiz. La ventaja volvía a los hispanos, con justicia y con el mérito de levantarse de los golpes que recibió.
Vinieron los cambios. Salas retornó a su esquema de cuatro en el fondo. Entraron Noir, Magnasco y Carreño, para llevar más volumen al ataque. Esa idea sí se concretó, pero sin la capacidad para llegar al gol. Muchos centros, algunos remates fuera del área. Poca asociación clara, mucho desorden. El bicampeón no se pudo levantar y Unión también pudo transformar su triunfo en goleada.
Universidad Católica busca respuestas. Salas quiere un cambio. Aunque los hinchas siguen cantando, necesitan una explicación. Y su equipo, por ahora, sigue en un silencio sepulcral.
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