Bienvenidos al lugar más lluvioso del mundo

Mawsynram, India

La aldea de Mawsynram, visitada por La Tercera, tiene un récord: es la zona más lluviosa del mundo. El uso del paraguas es obligatorio y sus habitantes están acostumbrados a convivir con goteras.




Según se acerca el todo terreno a Mawsynram, se va perdiendo visibilidad. Una nube a ras de suelo impide ver nada. El conductor frena el auto y tiene que avisar a los pasajeros de que el trayecto ha terminado. Bienvenidos al lugar más húmedo del mundo, donde el paraguas es obligatorio. La lluvia no tarda en ser torrencial. Los caminos empedrados del pueblo se convierten en cascadas por las que transita la gente sin despeinarse. Van camino del trabajo, a la compra o a tomar un té en la cafetería para calentar el cuerpo. La lluvia no detiene la vida en esta comunidad del noreste de India que tiene una precipitación media de 11.871 mm al año, la mayor del planeta. Le sigue en el ranking Cherrapunjee, un pueblo a pocos kilómetros que también sufre lo suyo. Ambos mantienen una polémica disputa con Lloró, en Colombia.

Durante los meses húmedos que ocupan la mitad del año parece que alguien en el cielo ha dejado el grifo abierto de forma permanente. "Es que han venido en la época de fuertes lluvias", dicen los sonrientes vecinos a La Tercera. Nadie concibe salir sin un paraguas o un knup, el caparazón de bambú que fabrican para trabajar.

Los habitantes de Mawsynram comentan que desde las últimas dos semanas llueve de forma ininterrumpida día y noche. "Llevamos todo este tiempo sin ver el sol", dice Trueman Jones, un joven de 29 años que disfruta de un té caliente en el bar. "Dios nos ha dado esto, así que hay que aceptarlo", agrega.

La lluvia constante es habitual en el monzón, cuando el pueblo queda permanentemente encapotado y la humedad llega al 100%. La visibilidad aumenta y disminuye con el movimiento de las nubes. "Estos meses se les hace muy difícil sobrevivir a aquellos que no trabajan en una oficina porque fuera no pueden trabajar", cuenta Jones. "Está todo mojado, pero no puedes dejar de trabajar, ni los niños pueden dejar el colegio por la lluvia", afirma Ladianghun Shangpliang, profesora en la escuela. Y eso que la situación ha mejorado: hace 30 años los caminos no estaban pavimentados y la electricidad era un lujo. Para llegar al pueblo hay que atravesar un valle donde los campesinos labran campos de arroz pasados por agua, se ven colegios inundados y el río corre con fuerza junto a una carretera deteriorada. En verano las precipitaciones provocan deslizamientos de tierra y el camino principal queda cortado.

"A veces no hay mercado porque no puede llegar la comida por el bloqueo. Entonces la traen a cuestas en cestas, pero eso es muy pesado y muy caro", dice Ladianghun. Hay quien prefiere esta temporada a los meses secos porque incluso en el lugar más húmedo del planeta conocen los problemas de la escasez de agua. "Cuando llueve es mejor, lo prefiero, porque la lluvia es buena", dice Wanpli Marbaniang, una mujer de unos 40 años que vive en una casa humilde en la ladera de la montaña. Sabe que hoy su pueblo es una bañera, pero que un día dejará de llover y seguirá necesitando este recurso limitado para vivir. "En invierno tenemos muchos problemas porque hay menos agua, tenemos que guardar la del monzón en tanques", afirma la mujer.

Los meteorólogos afirman que la ubicación de este pueblo, es la razón de tantas precipitaciones. "El aire cargado de humedad, que se mueve hacia el norte desde la llanura de Bangladesh, se encuentra directamente con la meseta de Meghalaya, a más de 1.900 metros", explica el profesor Hiambok Jones Syiemlieh, de la universidad NEHU de Shillong. Las nubes cargadas de humedad aumentan mientras cruzan las colinas Khasi, se enfrían y descargan en este pueblo, a unos 1.400 metros. Cobra así sentido que Meghalaya signifique "la morada de las nubes". "El año pasado vivimos aquí precipitaciones por encima de la media. Este año esperamos más que el año pasado", pronostica el científico, que ha estudiado este fenómeno durante años. En 2014, la Organización Meteorológica Mundial le dio a Cherrapunjee el 'récord mundial de lluvia durante dos días' ya que alcanzó los 2.493 mm en sólo dos jornadas.

Pueblo fantasma

Es domingo, día de misa. La mayoría de los khasi, una de las comunidades de Meghalaya, se convirtió al cristianismo en el siglo XIX. En Mawsynram los fieles van a la iglesia con la Biblia en la mano izquierda y el paraguas en la derecha. El pasaje del arca de Noé, recogido en el Génesis, se lo saben de memoria. Tras el rezo, el pueblo es una aldea fantasma. Las familias se refugian en sus hogares y los jóvenes se reúnen en un pequeño local para pasar la tarde bebiendo, fumando y jugando al tradicional carrom.

No hay casa sin goteras, ni pared sin humedades. Barisha Marbaniang, de 24 años, invita a tomar té. "Con la lluvia se nos mete agua en la cocina y ponemos un cubo. Cuando se va la luz, usamos velas y queroseno para ver", cuenta la mujer. Los apagones son habituales.

Las familias secan la ropa en el salón, con un fuego de piedra que también usan para cocinar. Deben estar pendientes si no quieren que las prendas acaben ardiendo sobre el carbón. "El problema es que a veces no se seca del todo y le salen manchas a la ropa", dice Sankrita. Por eso, cuando una tarde de repente aparece un resquicio de sol, todos aprovechan para lavar y tender al aire libre. Saben que mañana regresará la lluvia.

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