Blindados por arriba
Ninguno recibió goles de cabeza. Johnny es el meta del torneo que menos tiraron. El Cacique baja fuera. Colo Colo es el más goleador y el de más puntería. Es letal con pases interiores. La U daña por banda.
El Superclásico de este sábado en el Nacional no sólo supone un nuevo capítulo de la más enconada rivalidad del fútbol chileno. También representará un choque de estilos parecidos, con dos técnicos, como Guillermo Hoyos y Pablo Guede, que insisten en el protagonismo de sus equipos desde la rápida recuperación del balón. Y que curiosamente, más allá de que muchos los tildan de ofensivos, muestran una solidez defensiva llamativa.
De acuerdo a las estadísticas, azules y albos lucen la segunda valla menos batida del torneo. Ambos han recibido seis tantos en ocho partidos. Un detalle que sin duda refleja lo difícil que es vencer sus porterías. De hecho, a la U apenas le han convertido dos goles en los últimos cinco partidos, mientras que a Colo Colo, hasta el partido con Iquique apenas le habían convertido tres. Eso sí, la portería del Cacique sufre fuera del Monumental: cinco de los seis goles recibidos fueron como visitante.
Claro que hay aspectos del juego que permiten analizar un poco más cómo defienden cada uno. Si se bucea un poco más en las posesiones que han tenido los rivales de cada uno en este Clausura, llama la atención una estadística: a Johnny Herrera sólo le han rematado en 80 oportunidades, la cantidad más baja para cualquier equipo en el presente campeonato. En contrapartida, a Villar y Garcés, quienes se han repartido la portería del Cacique en este torneo, les han disparado en 138 ocasiones. Una cifra que ubica a Colo Colo en la posición 15 entre todos los equipos de Primera. Eso sí, parecen ambos equipos infranqueables en el juego aéreo. Ninguno ha recibido goles de cabeza. Mucho mérito en los centrales y también en los arqueros, a la hora de salir a cortar los centros.
Golpes de entrada
Colo Colo es el equipo más goleador del torneo. Acumula 17 conquistas, que se contraponen con las 10 que suman los azules. Uno de los motivos del éxito en este ítem de los pupilos de Guede es su gran porcentaje de gol por remate intentado (14,9%), el más alto del torneo.
No obstante, hay un aspecto en el que ambas escuadras coinciden. Son equipos que golpean en el inicio. Sin ir más lejos, la U anotó la mitad de sus goles en los primeros 15 minutos de sus partidos. Los albos, por su parte, suman 4 entre el cuarto de hora inicial.
Llamativo lo de la U, que parece sentir a medida que avanza el partido el desgaste de la presión alta que le pide su técnico. En Colo Colo, los tantos parecen no tener tiempos fijos, aunque hay un detalle particular: en lo que va del Clausura no han anotado tantos en los últimos 15 minutos.
Lo que sí los diferencia enormemente es la forma en que llegan al gol cada uno. La U, por ejemplo, anotó cuatro tantos de cabeza, mientras que los albos sólo tienen uno a su haber. Esto también tiene una explicación desde la forma de atacar que tiene cada uno. Hoyos es un técnico al que le gusta llegar mucho por las orillas. Amén de las anotaciones vía aérea, se suma por ejemplo el grito de Ubilla ante Unión, que llegó tras un desborde de Matías Rodríguez. La orden parece clara: ensanchar la cancha y que los extremos y laterales terminen la jugada con un centro. Hasta el momento, acumulan 176 envíos por aire, siendo el sexto equipo con más intentos.
Por su parte, Colo Colo es un equipo de más asociación en corto. Sobre todo cuando interactúan Valdés, Fernández y Paredes. Con ellos en cancha, las líneas de pase parecen salir de memoria y siempre se las arreglan para dejar a algún compañero de cara al gol. De hecho, 15 de sus 17 goles fueron dentro del área. Y apenas uno de cabeza, como fue el de Paredes a la UC en marzo. Es decir, el Cacique se siente muy bien con el balón en los pies cerca del área. Algo que no se puede decir tan abiertamente de la U, que suele fallar en el último pase. No por nada, apenas acumula 8 grandes ocasiones de gol, en contraste con las 15 del Cacique, al que todo parece resultarle más fácil la elaboración.
Pese a que Guede utiliza carrileros con mucha vocación ofensiva, lo cierto es que la mecánica de ataque busca más los pasillos internos y los desdoblamientos de sus volantes, antes que sus circunstanciales extremos intenten ganar línea de fondo para un centro. Los números lo reflejan: los albos se ubican en el lugar 15 en centros al área. Queda claro que no se sienten cómodos por aire.
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