Hugo Bravo desheredó a su ex mujer en su testamento antes de morir
Seis meses antes de su deceso, el ejecutivo recibió en su departamento al notario público titular de la Cuarta Notaría de Santiago.
El domingo 26 de febrero de este año, en la Clínica Las Condes, falleció Hugo Bravo López, ex gerente general del Grupo Penta y quien fue el principal delator en el caso judicial que afectó al holding -ligado a Carlos Alberto Délano y Carlos Eugenio Lavín-, que posteriormente abrió paso a investigaciones judiciales por financiamiento irregular de la política.
Seis meses antes de su deceso, el 29 de agosto de 2016, el ejecutivo, que resultó pieza clave para la labor del Ministerio Público, recibió en su departamento de calle San Damián, en Las Condes, a las 20.30 horas, al notario público titular de la Cuarta Notaría de Santiago, Cosme Fernando Gomila Gatica.
¿La razón? Entregar en detalle su testamento abierto y, por lo tanto, de acceso público.
En el documento -al que tuvo acceso La Tercera-, Hugo Bravo declaró tener 71 años de edad, ser ingeniero comercial y tener dos hijos con Paulina Restovic Montero, con quien contrajo matrimonio bajo el régimen de separación total de bienes.
La que fue su esposa por 29 años, tras su separación en 2015, quedó excluida del testamento de Bravo. El ejecutivo desheredó a Restovic acusándola, incluso, de extorsión y amenazas.
"Por el presente acto, desheredo a mi cónyuge Paulina Restovic Montero, en virtud de la causal establecida en el número uno del artículo 1.208 del Código Civil", aseveró Bravo como su última voluntad. La normativa aludida por el ejecutivo señala: "Por haber cometido injurias graves contra el testador en su persona, honor o bienes".
Bravo en su testamento denunció: "Fundo la causal de desheredamiento expresada en los actos y omisiones cometidos por Paulina, las amenazas y extorsión que hizo en mi contra para obtener un pago por no divulgar públicamente información mía y de mis empresas, denuncias falsas de maltrato psicológico y económico, y denuncias de tenencia ilegal de armas y amenazas condicionales, y demás acciones tendientes a obtener el enriquecimiento personal a costa del patrimonio mío y de mis hijos". Por lo mismo, instituyó como herederos universales a sus hijos Francisca y Benjamín Bravo Restovic. Sin embargo, en su testamento el ex ejecutivo de Penta también estableció condiciones a sus hijos para acceder a mayores ingresos de su herencia. Como beneficiarios de "la cuarta de mejoras" y de "la cuarta de libre disposición", designó "a aquel de mis hijos que durante los tres años anteriores a la fecha de mi muerte no haya entablado litigio alguno, reclamo, denuncia o cualquier otra acción civil, penal, administrativa, laboral, comercial, etc., en mi contra o en contra de alguna de las sociedades de las que formo parte directa o indirectamente", exigió Bravo.
El testamento, además, menciona a sus sobrinos. Según el texto, el ejecutivo dejó como legado a su sobrino Juan Pablo Aris Bravo la suma de 3.000 UF y a sus sobrinos Mónica, Carolina y José Ignacio Aris Bravo la suma de 2.000 UF para cada uno de ellos.
Asimismo, designó como albacea a su abogada personal, Catherine Lathrop, quien ejercerá su cargo dentro del plazo de dos años, siendo remunerada con un valor equivalente al cinco por ciento de la masa hereditaria. En caso de ser necesaria la partición de los bienes que conforman su herencia, Bravo designó a la abogada Olga Feliú Segovia, quien falleció el 25 de junio pasado. No obstante, consignó que si la anterior no pudiese o no quisiera ejercer el cargo, en su reemplazo se designará al abogado Alberto Lyon Puelma.
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