Calidez con vista al mar
<img style="padding-bottom: 0px; margin: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px" border="0" alt="" align="left" width="60" height="13" src="https://static-latercera-qa.s3.amazonaws.com/wp-content/uploads/sites/7/200911/586906.jpg" />Esta casa de playa se construyó sobre un cerro con una pendiente potente, proyecto a cargo del arquitecto Ramón Valdés.
"Sobre un terreno de 2.800 m2, largo y angosto pero en primera línea frente al mar, se nos encargó el proyecto de una casa donde todos los recintos habitables debían tener vista al mar, fuese un volumen único y simple, y en consecuencia más económico", nos cuenta el arquitecto Ramón Valdés, de A-Cero Arquitectos.
Aterrizamos esta información, la procesamos, miramos y entendemos cada una de sus palabras al recorrer esta casa de playa que se construyó sobre un cerro con una pendiente potente. Se descubre en sus volúmenes, pasos de un espacio a otro, que el paisaje se cuidó, se intervino lo menos posible y es más, el entorno resulta ser una inspiración coherente con los materiales y todo lo que esta casa de casi 500 m2 es.
Según el arquitecto, el tema de la pendiente y las necesidades o requisitos de los dueños se resolvieron "ocupando al máximo el ancho del sitio y al mismo tiempo reduciendo su profundidad, siguiendo las cotas del cerro; es decir, paralelo a éste, logrando así intervenirlo y a la vez cortarlo muy poco", suma Valdés. Con dos pisos se consiguió dejar cada uno de los espacios con vista al mar y además proyectar una gran terraza sobre el techo.
La lógica hizo lo suyo al lograr que el volumen más liviano se montara sobre una plataforma en forma de U que la sostiene y envuelve. Esta se revistió en piedra de la zona para así lograr mimetizarse condensada al cerro e intensificar la identificación con la naturaleza.
El interior se pensó simple pero con una doble función que respondiera al tipo de uso de la casa. "Un factor relevante del proyecto fue contar con una especie de departamento que pudiese funcionar autónomamente del resto de la casa por la independencia que requerían algunos miembros de la familia", afirma Valdés.
Bajo esta visión se aplicó lo funcional y lo simple, tanto que la arquitectura se convierte en el único y mejor exponente de que con pocos materiales a la vista y una decoración sencilla se llega a lo más atractivo: un lugar pensado al servicio de las vacaciones, los fines de semanas o de cualquier día de descanso.
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