Campaña del sida pondrá énfasis en toma de examen tras escándalo de Iquique

Este año la campaña de prevención del sida tendrá un énfasis distinto a las versiones anteriores: se promocionará la detección precoz de la enfermedad a través de la realización del examen y, junto con ello, la importancia de que las personas retiren el resultado del test oportunamente. Así lo adelantó el director de la Comisión Nacional del Sida (Conasida), Aníbal Hurtado.

Junto con el diagnóstico temprano, también se dará a conocer cómo la persona puede acceder al tratamiento, el cual está garantizado a través del Plan Auge. Según el contrato de salud, "toda persona con diagnóstico positivo para el VIH tendrá acceso gratuito a tratamiento según indicación médica".

El enfoque de la nueva campaña es en respuesta a lo sucedido hace un año en el Hospital de Iquique, donde 25 personas no fueron notificadas de que eran portadoras del virus del sida, pese a haberse hecho el examen. Luego se reveló que el problema era mayor, ya que se pesquisó que fueron 512 las personas no notificadas en todo el país. De éstas, actualmente quedan 80 sin ubicar.

Una tercera línea de acción será la promoción de los mecanismos de prevención, donde lo principal es el uso del preservativo.

El director de Conasida señaló que la campaña se promocionará a través de spots televisivos, frases radiales y afiches, y su emisión durará cerca de un mes.

El público objetivo serán adultos jóvenes, entre 25 y 35 años, tanto hombres como mujeres.

SIN APOYO INTERNACIONAL
Otra diferencia es que este año la campaña no contará con el apoyo del Fondo Global de Lucha Contra el Sida, la Malaria y Tuberculosis,  organismo internacional que en 2003 asignó  a Chile US$ 39 millones para el combate de la epidemia, en un plan a cinco años.

El fondo interrumpió el envío de los recursos el año pasado, luego del escándalo por las presuntas irregularidades en el manejo del dinero por parte del organismo administrador, el Consejo de las Américas, hecho que es investigado por la Fiscalía.

Tampoco cuenta con el apoyo de las ONG que trabajan en el tema, las que se retiraron de la mesa de trabajo en diciembre del año pasado, debido a que no aprobaron la versión elaborada para  2008 y que finalmente no se emitió. Esa campaña costó al Estado $ 230 millones.