Capitán Charles Moore, oceanógrafo Fundación de Investigación Marina Algalita: "Es imposible hacer algo realmente para sacar los microplásticos del mar"

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El investigador observó los desechos que están entre Isla de Pascua y Juan Fernández.




El capitán Charles Moore llegó por accidente al "Gran Parche de Basura del Pacífico", un área sembrada de residuos plásticos flotantes, en 1997. Entonces era surfista y corredor de carreras de botes e iba desde Hawai a San Francisco, EE.UU.

Después de eso dedicó su tiempo a estudiar el fenómeno y ha visitado al menos 10 veces el parche de la zona norte, por lo que quiso venir a compararlo con el que está en el Pacífico Sur, entre Isla de Pascua y el archipiélago Juan Fernández. Desde el barco, camino al archipiélago, cuenta que lo que vieron en este vórtice es similar a lo que pasa en el Hemisferio Norte: "Son millones de pedazos por kilómetro cuadrado", señala. "Hemos encontrado zonas con tanta basura, miles de pedacitos que son parte de objetos más grandes que se han descompuesto por el sol, el agua y el movimiento. Pedazos que pueden ser comidos por la cadena alimenticia del océano. Es un problema muy grave, aquí al sur es tan grande como al norte", dice, Moore, quien en febrero arribará a Coquimbo para dictar un taller para niños (ver recuadro).

¿Esperaban ver tanto plástico?

Fue una sorpresa, porque la literatura dice que no iba a ser tan malo. Los que han escrito sobre este fenómeno en el Pacífico Sur sólo pasaron una vez por una línea derecha y nosotros llevamos un rumbo cruzándolo en varias direcciones, buscando diferentes partes, por eso encontramos más cosas.

¿Qué es lo que se ve realmente?, porque se ha hablado de "islas de plástico".

Se puede ver que hay un sistema de corrientes, que incluye Isla de Pascua y casi Juan Fernández, en ancho es como 300 millas y largo 1.000 millas náuticas. Los plásticos están dispersos, no están formando islas, es un nuevo tipo de sedimento. Estamos empezando a cubrir la superficie con un sedimento sólido de plástico que flota y, si seguimos este rumbo, vamos a cubrir el océano con este plástico, habrá plástico por toda la superficie. No será una isla, que se pueda caminar, es más como una planilla delgadita de plástico sobre el agua, como una red que se ha tirado encima.

En ciertas áreas, en un metro cuadrado hay más de 20 mil pedazos. Cuando llegamos a una zona completamente calmada pudimos mirar muchos pedazos en la superficie. Contamos 215 pedazos en 10 minutos.

¿Hay animales afectados?

Todo el medioambiente marino está afectado, desde organismos pequeños a grandes. Estamos viendo estómagos llenos de plástico en aves marinas, en peces, en invertebrados también. No solamente es enredarse en el plástico, ya estamos viendo un aumento en el número de especies que usan el plástico para poner sus huevos. Para nosotros es de interés el pez linterna, que vive en la oscuridad, pero viene a la superficie para comer de noche y se equivoca y está comienzo plástico azul o blanco.

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¿Se puede hacer algo para sacar el plástico?

Toda la tecnología que se intenta para limpiar esta zona es un chiste. En realidad, es imposible hacer algo realmente para sacar los microplásticos, son parte de la columna de agua, no se puede aspirar un área del tamaño de Bolivia, Chile y Perú combinados.

¿Qué se puede hacer entonces?

Nada más reducir la fuente. Por ejemplo, actualmente en Arica el río está llevando basura al mar desde la montaña, y la gente, antes de que llegue al mar, está batallando para limpiar los ríos del plástico para que no llegue abajo. La manera en que la mayoría de los desechos llega a los mares es por los ríos de áreas pobladas.

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