Carlos Heller amplía su poder en la "U" y Yuraszeck alista salida de la presidencia

La estructura de propiedad de Azul Azul, la sociedad anónima que desde 2007 tiene la concesión por 30 años para manejar el club deportivo Universidad de Chile, cambió por completo en dos días. Carlos Heller aumentó su participación desde el 24% al 39,9%, mientras el grupo de accionistas que lideró la compañía durante los últimos cinco años vendió parte importante de sus acciones. Heller compró un 12,6% a José Yuraszeck, presidente de Azul Azul, y el 2,05% a Federico Valdés, ex timonel azul, mientras otro socio relevante, Carlos Alberto Délano, enajenó su 14,8% a Daniel Schapira, empresario cercano a Heller.

Pero mientras Heller pagó por cada título $ 1.500, Schapira canceló $ 1.200, una diferencia de precios que habría molestado a Heller. En total, el accionista de Falabella pagó $ 8.027 millones (unos US$ 15 millones).

Azul Azul tiene una capitalización bursátil de US$ 78 millones, más que los US$ 51 millones que en Bolsa vale Blanco y Negro y tres veces los US$ 24 millones de Cruzados.

La recomposición de poderes al interior de Azul Azul dará paso a una renovación en los liderazgos internos. Yuraszeck, que aún conserva el 10,2% de Azul Azul, dejará la presidencia en abril, pero se mantendrá como director.

Heller podría sucederlo en la presidencia y ya tendrá un poder relevante en la mesa de Azul Azul, compuesta por 11 integrantes (dos de los cuales son electos por la casa de estudios y nueve por la junta de accionistas). Ello porque a su 39,9%, se suma el respaldo eventual del 14,8% de Schapira y el 7,42% de Inversiones Sangiovese, de sus primos Solari Donaggio.

Heller, sin embargo, no será considerado el controlador de Azul Azul, según la definición de la Ley de Mercado de Valores. El controlador legal de una sociedad anónima es quien tiene más del 50% de las acciones, elige a la mayoría del directorio o tiene influencia decisiva en la gestión de una empresa. Heller está en este último caso, pero una excepción establecida en la ley lo exime de esa condición: que existan accionistas que tengan más del 5% y que, sumados, posean más que el mayoritario. Y si Heller detenta el 39,9%, el porcentaje que aglutinan Yuraszeck, Schapira, Sangiovese y el empresario Peter Hiller asciende a 48,6%. Hiller posee el 16,06%, según la memoria 2012 de Azul Azul, y desde hace años ha sido aliado a la triada formada por Yuraszeck, Valdés y Délano en la dirección del club deportivo.

La distinción de ser o no el controlador de la sociedad es relevante: al transformarse en controlador de una sociedad anónima abierta, Heller podría verse forzado a lanzar una Oferta Pública de Adquisición de Acciones (OPA) por el 100% de las acciones. Y al mismo precio pagado a Yuraszeck. Esta excepción exime a Heller de hacerlo.

Nuevo rol de Yuraszeck

Heller ya comunicó que evaluará asumir como reemplazante de Yuraszeck, situación que lo seduce, pero que aún no define del todo. Una de sus cartas, y que genera consenso en el sector de Yuraszeck, es que asuma Mario Conca. "Carlos (Heller) tiene bien claro lo que quiere hacer, pero hay un proceso de aprendizaje. Por mucho que haya estado al lado como director, es distinto cuando se asume. Cualquier presidente que venga tiene que pasar por eso", dijo ayer Federico Valdés a radio Cooperativa.

En este escenario, Heller no descarta asumir la Comisión Fútbol, de la cual hoy está a cargo Peter Hiller. Yuraszeck, además de director, sería el encargado de liderar la Comisión Estadio, que hasta ahora dirige Heller y que tendrá un importante papel en el futuro del club, pues es una de las aspiraciones mayores de hinchas y del principal accionista.

Si bien el cambio en la testera está programado para abril, la eventual sanción que podría recibir Yuraszeck del Tribunal de Honor, de un máximo de dos años, obligaría a apurar la reestructuración del directorio. Hoy, en conferencia, Heller explicará en detalle su nuevo rol.